Según informaron este miércoles ambas instituciones, esta investigación se lleva a cabo por el grupo de investigación de Neuroinmuno-Reparación de este centro hospitalario y que está dirigido por el doctor Diego Clemente.

Como resultado del acuerdo, este grupo indagará en los efectos que tiene un inhibidor oral de una proteína (la tirosina quinasa de Bruton o BTK) sobre las células mieloides supresoras.

La EM es una enfermedad neurodegenerativa y crónica de origen desconocido que afecta a más de 50.000 personas en España y se ha convertido ya en la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes, solo superada por los accidentes de tráfico. Se caracteriza porque las defensas naturales del organismo dejan de trabajar con normalidad y atacan a la mielina, que es la capa protectora de las neuronas del sistema nervioso central.

DIFERENTES SÍNTOMAS

Como consecuencia, pueden aparecer diversos síntomas que varían considerablemente de una persona a otra –por eso la EM es conocida como “la enfermedad de las mil caras”-, siendo los más frecuentes la fatiga, visión borrosa, entumecimiento y hormigueo en las extremidades inferiores, pérdida de fuerza y problemas de coordinación.

La firma del acuerdo contó con la asistencia del consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz; la directora del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Regina Leal; la gerente del Hospital Nacional de Parapléjicos y directora de su Fundación, Sagrario de la Azuela; el director del Laboratorio de Neuroinmuno-Reparación de dicho hospital, el doctor Diego Clemente; el director general de Merck en España, Miguel F. Alcalde; y la directora del departamento Médico de Merck en España, Isabel Sánchez Magro.