Cada primavera, SEO/BirdLife recibe y atiende decenas de denuncias ciudadanas relacionadas con los nidos de aves urbanas, lo que, según la organización, se debe en muchos casos a una falta de conciencia y conocimiento de ciudadanos, propietarios de edificios, administradores de fincas o técnicos.

SOS Nidos aporta soluciones a este problema, que afecta a muchas de las especies silvestres que habitan en pueblos y ciudades, y que mayoritariamente son aves migratorias, protegidas por la legislación. Todas ellas han experimentado un progresivo descenso de sus poblaciones en los últimos años, como la golondrina común, el avión común, el vencejo común, el vencejo pálido, el cernícalo primilla, la cigüeña blanca e incluso el gorrión común.

Casi todas regresan a sus mismos lugares de cría cada primavera, tras pasar el invierno en latitudes más cálidas y en ocasiones se encuentran con sus nidos destruidos tras su largo viaje.

¿CÓMO ACTUAR?

Ante una posible acción ilícita contra el medio ambiente, como es la destrucción de nidos, desde SEO/BirdLife invita a la ciudadanía a que lo ponga en conocimiento de los agentes forestales y de medio ambiente de su comunidad autónoma llamando al 112 o comunicándolo al Seprona llamando al 062.

Además, SEO/BirdLife pone al alcance de los ciudadanos su portal de denuncia ambiental para que pueda hacer llegar la denuncia. Cualquier persona puede ayudar a las aves que crían en edificios registrando la presencia de nidos de aves en pueblos y ciudades a través de la ‘app’ Censos SEO/BirdLife, disponible para dispositivos móviles y también en formato web.

La campaña SOS Nidos se lanzó el año pasado. Durante 2020, SEO/BirdLife recibió y atendió 79 consultas sobre cómo actuar en casos de destrucción de nidos, pero también atendió medidas de convivencia o sobre cómo favorecer la cría de aves en edificios. Intervino directamente en 36 casos y cursó 23 denuncias a agentes forestales, Seprona, fiscalía o comunidades autónomas.

El portal de denuncia ambiental de SEO/BirdLife recibió el año pasado cerca de una veintena de notificaciones sobre destrucción o expolio de nidos, de las cuales 17 fueron remitidas al Seprona, cuatro a agentes medioambientales y una a una comunidad autónoma.