Su ensamblaje es vía fusión por absorción donde CaixaBank entregará 0,6845 acciones nuevas por cada título de Bankia, dejando así el 74,2% del nuevo banco en manos de los accionistas del primer banco y el 25,8% restante a los dueños de Bankia. El Estado pasará a controlar un 16,1% a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), siendo el principal inversor la Fundación 'la Caixa', con el 30%.
La operación, que aspira a lograr 1.060 millones de euros en sinergias anuales de costes e ingresos y situar su rentabilidad medida en activos tangibles o Rote por encima del 8% en el ejercicio 2022, recibió el apoyo del parqué desde el primer día.
Sus cotizaciones escalaron un 33% en Bankia y el 12% en CaixaBank el primer día, en contra de la tendencia a penalizar al banco absorbente; y al cierre de la integración acumulan una de las mejores evoluciones bursátiles entre la banca española y europea, además de haberse revelado como una de las inversiones más rentables en caso de un anuncio de fusión.
Bankia presenta, de hecho, el segundo mejor comportamiento del Ibex-35 desde el anuncio de la fusión, tras BBVA, que se ha revalorizado un 82% al calor de una venta del negocio en Estados Unidos que le ha generado 8.500 millones en exceso de capital y su compromiso de mejorar la remuneración del inversor con gran parte de esa gigante hucha.
Las acciones de Bankia se han revalorizado 51 puntos más que el conjunto del Ibex-35 desde el 3 de septiembre, que ha registrado un alza del 21%, y las de CaixaBank han adelantado al selectivo en 23 puntos.
Además, con respecto al Eurostoxx Banks, índice que incluye a los mayores bancos europeos y que ha crecido alrededor de un 45% en el periodo analizado, las acciones de Bankia han subido 27 puntos más.
La fusión de CaixaBank y Bankia se convierte así en la operación de integración bancaria más rentable para los accionistas de ambas entidades entre la decena de operaciones realizadas en Europa desde principios de los 2000.