Sector financiero

Oliu asegura a los accionistas del Sabadell que tiene los cimientos para su “sostenibilidad futura” como entidad “independiente y rentable”

- El banquero justifica que se desechó la fusión con BBVA “por razones económicas” y cierra el paso a operaciones corporativas

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, explicó este viernes en Junta a los accionistas del banco que se desechó la fusión con BBVA “por razones económicas”, cerrando la puerta a operaciones corporativas tras apuntar que durante el 2020 se pusieron “los cimientos” para la “sostenibilidad futura” como “entidad independiente, competitiva y rentable”.

Se trata de la primera Junta que celebra el banco tras una revisión estratégica de su posicionamiento, donde abre etapa con el nombramiento el pasado día 18 de César González-Bueno como consejero delegado en sustitución de Jaime Guardiola, quien deja el cargo por jubilación y tras 13 años ejerciéndolo, y donde el propio Oliu expuso que ha cedido competencias ejecutivas al nuevo ‘número dos’.

Durante su intervención efectuó un repaso a todos esos eventos explicando que la crisis ha puesto en el foco a la banca, aun sin ser financiera, por temor a que la acabe pagando con deterioros de los activos y en el caso del Sabadell “la cotización sufrió con dureza los efectos del Covid y los asociados a la incertidumbre del desenlace final del Brexit en el Reino Unido”.

Según reconoció, la presión sobre las rentabilidades y, en el caso del Sabadell, su gran peso en pymes y el temor a las pérdidas que puede acarrearles la crisis, “generó dudas en el mercado a cerca de la capacidad o de la oportunidad del banco para seguir en solitario, obligando a efectuar “un intenso ejercicio de reflexión estratégica” a su Consejo de Administración, junto al equipo directivo y asesores externos.

Es ahí donde explicó que se exploró y descartó la posibilidad de la fusión con BBVA, sin citar expresamente a esta entidad. “El Consejo estimó que la operación no era atractiva para los accionistas y que el banco tiene un amplio recorrido de gestión para mejorar sus resultados y su cotización, que se materializará en los próximos años sin que por el momento tenga atractivo acometer operaciones de consolidación”, remarcó.

FOCO EN NEGOCIO DOMÉSTICO

Su apuesta a largo plazo será, según compartió, poner foco en el negocio doméstico “durante los próximos años junto a la también importante diversificación internacional”, “haciendo hincapié en la potenciación de nuestros puntos fuertes, como son los servicios de banca de empresa, al tiempo que se va produciendo un proceso de digitalización y de mayor productividad en la banca de particulares”.

“Hoy la mejor estrategia para el banco es impulsar el negocio en la línea que les he expuesto y reforzar la gestión para alcanzar los objetivos planteados y seguir siendo un banco de referencia en el sistema financiero español de presente y de futuro”, reiteró.

Al respecto explicó que durante el 2020 se tomaron varias decisiones claves que han asentado la base “para la sostenibilidad futura del banco como entidad independiente, competitiva y rentable”, siendo el “gran reto” adaptar “la oferta de producto a un mundo digital”, que será “un foco de atención en los próximos años a la vez que se irán reduciendo nuestras estructuras de costes, adaptándose a la nueva realidad competitiva”.

El banquero se refería al “ejercicio de prudencia”, haciendo provisiones extraordinarias al tiempo que se desprendía de las colas de activos reales o créditos impagados de más antigüedad, para encarar potenciales deterioros y el plan de eficiencia puesto en marcha en paralelo en España y que ha comprometido ajustes en la plantilla.

Oliu explicó que el banco cerró el año con un beneficio de apenas 2 millones tras haber efectuado un esfuerzo extraordinario en provisiones de 2.275 millones y cuando su margen bruto había alcanzado los 5.302 millones. De esa cuantía 1.200 millones fueron provisiones extraordinarias para potenciales impactos de la crisis del Covid-19 a futuro, 314 millones en costes de reestructuración en España y otros 101 millones en el Reino Unido.

Según detalló, no solo se mejora la calidad del balance, sino que se saca también del mismo “todos los créditos morosos con más de tres años de antigüedad”, y se firmaron además sendas alianzas estratégicas con Amundi para la gestión de activos y con IBM para la infraestructura tecnológica. Sin embargo, también le llevó a confirmar que no repartirá dividendos con cargo al beneficio de 2020, como ya había adelantado en la Junta anterior celebrada el pasado año.

NO PAGARÁ DIVIDENDO CON CARGO AL 2020

Al realizar el balance de los cambios explicó que también se completó la sucesión del consejero delegado, Jaime Guardiola, “quien había manifestado su deseo de terminar su labor al final del ejercicio”, “de acuerdo al plan establecido para ello, con la implicación de la Comisión de Nombramientos y del Consejero Independiente coordinador, así como del presidente”.

Toma su relevo César González-Bueno, cuya “dilatada” y “exitosa experiencia liderando procesos de innovación, digitalización y reestructuración en diferentes entidades”, explicó que será “muy importante” para “reforzar y liderar” el equipo del Sabadell “en la dirección y visión establecidas”.

Oliu tuvo palabras de reconocimiento y agradecimiento con Guardiola “por su papel fundamental en los últimos 14 años como consejero delegado”, liderando los equipos del banco “con una gran profesionalidad”. “Bajo su batuta, y no con poco esfuerzo, el banco ha ido saneando su balance y erigiéndose en una de las entidades de referencia del sistema financiero español”, elogió, agradeciendo su “dedicación” y “esfuerzo”.

(SERVIMEDIA)
26 Mar 2021
ECR/gja