El real decreto ley con el que se aprobaron las ayudas directas señala que “en ningún caso” se considerarán destinatarios a aquellos empresarios, profesionales, entidades y grupos consolidados que en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondiente a 2019 “hayan declarado un resultado neto negativo por las actividades económicas en las que hubiera aplicado el método de estimación directa para su determinación”.

La legislación tampoco prevé que se destine fondos a aquellas compañías en las que haya resultado negativa la base imponible del Impuesto sobre Sociedades o del Impuesto de la Renta de no Residentes, antes de la aplicación de la reserva de capitalización y compensación de bases imponibles negativas.

En este sentido, desde CEAV mostraron su rechazo con este criterio y defendieron que una empresa puede ser solvente sin haber tenido un resultado positivo en 2019. En concreto, la patronal señaló que en aquel año existieron “hechos puntuales” como la quiebra de Thomas Cook que tuvieron un “fuerte impacto” sobre el sector turístico español.

La gerente de CEAV, Mercedes Tejero, también apuntó que pueden existir casos en los que las pérdidas sean “pequeñas” y la empresa cuente con gran cantidad de fondos propios, “por lo que continúa siendo solvente”.

Por último, CEAV anunció que ha solicitado una reunión con la secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, con el objetivo de trasladar su disconformidad con los criterios.