Lo dijo en la sesión de control al Gobierno en el Senado en respuesta a una pregunta del senador de Junts Josep María Cervera Pina, quien se interesó por su respuesta a “los comportamientos antidemocráticos y fascistas en algunas unidades del Ejército español”.

La titular de Defensa constató que tanto su departamento como las Fuerzas Armadas tienen un “compromiso pleno en la lucha contra cualquier comportamiento racista, xenófobo y fascista” y se manejan desde la “tolerancia cero” contra “cualquier vulneración del ordenamiento jurídico”.

Subrayó que “no nos tiembla el pulso” para llevar cualquier asunto ante la Fiscalía, como dijo que se ha puesto de manifiesto con la sentencia que dictó ayer el Tribunal Supremo sancionando a un teniente coronel en la reserva que apostó por una intervención armada para resolver el conflicto político en Cataluña. “Incluso en este caso”, exclamó la ministra, “el Tribunal Supremo rebajó la sanción que había impuesto Defensa”.

Robles dejó claro que, “como demócratas, creemos en la tolerancia cero contra estas conductas, pero, por ser demócratas, creemos que en el ámbito policial, judicial, administrativo y militar no caben las investigaciones prospectivas, de las que vulgarmente se dice ‘bueno, a ver qué pesco’, porque a nadie se le puede preguntar por su ideología, según el artículo 16 de la Constitución”.

Esto le sirvió para acusar a los independentistas catalanes de “sembrar una duda sobre la generalidad de los comportamientos en las Fuerzas Armadas”, a pesar de que sus miembros “actúan en la más estricta neutralidad política en su día a día”.

Elevó el tono para considerar una “absoluta falta de respeto” para las Fuerzas Armadas esas dudas sobre ellas, cuando, como dijo que quedó demostrado durante la pandemia y tras el paso de la tormenta Filomena, se desenvuelven con “neutralidad política y sin ideología”. A pesar de ello, proclamó que “contra cualquier comportamiento antidemocrático, tolerancia cero”.

Por último, dijo con sorna que “creí que estábamos en el año 2021, en lugar de en el franquismo. Quizás porque contra Franco vivían mejor”.

Concluyó su intervención diciendo al senador que “tiene nostalgia del pasado, pero no quiera sembrar dudas sobre la democracia en un colectivo que en este país se mueve con neutralidad política defendiendo los derechos y libertades de la ciudadanía”.

Por su parte, Josep María Cervera Pinar trasladó a la ministra que no presentaba dudas sino “realidades”, como ejemplificó mostrando una captura de la página web del Centro Deportivo y Sociocultural Militar Ruiz de Alda del Ejército del Aire en San Javier (Murcia), bautizado así en honor del cofundador de la Falange, Julio Ruiz de Alda (1897-1936).

Desde su punto de vista, “nada, ni ser tripulante del Plus Ultra, ni su asesinato por milicianos anarquistas descontrolados que actuaban con la misma violencia que el bando sublevado”, justifica que “en 2021, una instalación en un país democrático conserve ese nombre”.

Tras lamentar que “algunos oficiales se encuentran como pez en el agua abonando la ultraderecha franquista en las Fuerzas Armadas”, constató que “ni el Rey, como jefe de las Fuerzas Armadas, ni un presidente del Gobierno guapo es suficiente para democratizar el Estado”.

Por ello, transmitió a la ministra que “no minimice el problema, afróntelo y comprométase a encarar el problema. Es esto lo que contamina la labor de las Fuerzas Armadas, no los prejuicios de los que nos acusa”.