En el mismo acto, el ex-presidente de la Real Federación Española de Baloncesto, Ernesto Segura de Luna, fue condecorado con la Gran Cruz al Mérito Deportivo, un premio que calificó de "broche de oro en mi vida deportiva".

Además, fueron entregadas 21 medallas de oro, 61 de plata y 55 de bronce a diferentes deportistas y personas relacionadas con el deporte.

Entre ellos, el tenista Rafael Nadal, el futbolista Raúl González, el motorista Daniel Pedrosa o el automovilista Fernando Alonso, cuyos representantes recogieron el galardón en su nombre. Sí estuvieron en el acto, sin embargo, el piragüista David Cal o el ex-secretario de Estado para el Deporte y ex-presidente del Consejo Superior de Deportes Juan Antonio Gómez-Angulo.

Asimismo, se entregaron a clubes, asociaciones, entidades y organizaciones, cuatro placas de oro, cinco de plata y nueve de bronce. Cabe destacar que una de las placas de plata recayó en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y otra en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales del Ejército de Tierra.

Junto a Mercedes Cabrera, estuvo presente en el acto el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. No así los duques de Lugo, cuya presencia estaba prevista. Según explicó Lissavetzky, les fue imposible asistir debido a "un levísimo problema de carácter físico" de la infanta Elena.

En su intervención, Mercedes Cabrera afirmó que, desde su ministerio, "pretendemos que el deporte ocupe un lugar destacado". Un objetivo que desarrollará en dos líneas de actuación: la mejora de las infraestructuras y la dignificación de la docencia de Educación Física.

Según apuntó, el deporte fomenta valores como "la igualdad, la solidaridad, la superación, el trabajo en equipo, la aceptación de las reglas del juego y el respeto a los otros". Subrayó que "el deporte no tiene una sola dimensión", pues está vinculado a la cultura, la salud, la economía, la calidad de vida, el ocio, el juego y el espectáculo.

Cabrera apostó por "una sociedad integradora y abierta", en la que el deporte se fomente desde el sistema educativo, en sus dos vertientes: en la enseñanza obligatoria y en la universidad. Además, señaló la importancia de que "el juego limpio impere en todas las actividades deportivas".

Por su parte, Lissavetzky subrayó "la transformación de nuestro sistema deportivo de la mano de la democracia" e hizo hincapié en los "éxitos internacionales" de los deportistas y equipos españoles, que "alegran nuestra vida y refuerzan nuestra proyección y visibilidad".