Los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le condenan por un delito de homicidio terrorista en grado de tentativa con la agravante genérica de alevosía.

Los jueces autores de la sentencia consideran probado que Francisco Javier Gallaga Ruiz formaba parte del "comando Andalucía" de ETA en junio de 1997, junto con José Luis Barrios Martín y Asier Ormazábal Liceaga.

Así, los tres terroristas prepararon en el domicilio que ocupaban un artefacto explosivo y, siguiendo las directrices de ETA, decidieron colocarlo en el coche de un funcionario de prisiones. La víctima elegida fue Francisco Camacho García.

El 2 de junio de 1997 se acercaron al coche del funcionario y, mientras Asier Ormazábal vigilaba, Francisco Javier Gallaga y José Luis Barrios colocaron el mencionado artefacto explosivo bajo el asiento del conductor del vehículo, "con la finalidad de causarle la muerte".

La bomba debía explotar cuando la víctima fuera a recoger su coche y lo pusiera en marcha. Sin embargo, cuando el citado funcionario se sentó al volante de su vehículo notó una dureza en el asiento, miró debajo y descubrió el artefacto, por lo que avisó al centro penitenciario en el que trabajaba.

Una vez acordonada la zona, agentes especializados explosionaron el artefacto, que causó daños materiales de diversa consideración.