Así lo indicó tras su reunión con la agrupación del Fuencarral-El Pardo de Madrid, donde explicó que colocará Madrid en la Agenda 2030 y en cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y no en que se llamen “comunistas, socialistas o antifascistas” los unos a los otros porque, a su juicio, le parecen adjetivos “trasnochados” y que le “espeluznan”.

Bal mostró su preocupación por cómo ha empezado la campaña electoral, con todo tipo de “descalificaciones” y con unos adjetivos “muy groseros y muy ideologizados”. En este sentido, destacó que él se presenta como una alternativa para que los madrileños no tengan que “resignarse” a esas “guerras y crispación que se produce en el Congreso” y que, según Bal, algunos están “empeñados en trasladar” a su comunidad autónoma.

Durante su campaña, aseguró, no “va a caer” en esas “descalificaciones personales” ni en la “provocación” que está oyendo a otras personas, en relación a las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien dijo que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, “está acabado” y a las de Iglesias en las que apuntó que Ayuso es una “delincuente y que terminará en la cárcel”. “Esta no es forma de hacer campaña, eso no es tener respeto por los ciudadanos”, expresó.

Asimismo, Bal auguró que Ayuso no va a sacar la mayoría absoluta y que el Gobierno de la Comunidad de Madrid, “tendrá que contar necesariamente” con Cs, quienes, a su juicio, serán “garantía” de “centralidad, moderación y sentido común”. “Voy a recuperar la confianza de los votantes”, afirmó.

Para acabar, respecto a las declaraciones de la portavoz de Más Madrid Rita Maestre en las que manifestó que pactaría con Cs para evitar que Ayuso continúe en la presidencia, Bal subrayó que coinciden en cuestiones como salud mental, la lucha contra la violencia de género o la brecha de género, donde es “muy fácil” llegar a acuerdos.

Por el contrario, explicó que en las propuestas de subir impuestos no, porque son cuestiones que a su partido le parecen “nefastas” y que utilizan con cierta “demagogia” porque dicen que solo quieren subirle impuestos a los ricos cuando, según Bal, quieren hacer una subida de impuestos “general”.