Ante las "evidencias" con que se cuenta (un vídeo realizado con un teléfono móvil), Minustah considera que las investigaciones están "prácticamente terminadas".

El comandante de esta Misión de la ONU, el general Luis Ramos, rechazó "con vehemencia" estos hechos y pidió disculpas por ello al Gobierno y al pueblo haitiano. "No es una actitud digna de un soldado que está en una misión de paz", señaló el general.

La ONU asegura que los acusados fueron arrestados "de inmediato" y que fueron incomunicados, y afirma que serán repatriados. Posteriormente deberán enfrentarse a la Justicia uruguaya.

Naciones Unidas insiste en que la Misión se encuentra en Haití "para ayudar a los haitianos", y pide "diferenciar entre estos soldados y el resto de los casi 9.000 efectivos" que trabajan en el país caribeño.

"Es importante no dejar que este acto aislado, grave, una conducta completamente inaceptable, pueda crear una mala imagen del trabajo de Minustah en Haití", concluyó el general Ramos.