A las 10 de la mañana, el rey don Juan Carlos recibió al Pontífice en las escalinatas del palacio, junto a la reina doña Sofía, los Príncipes de Asturias, acompañados de las infantas Leonor y Sofía, y la infanta Elena, junto a sus dos hijos, Froilán y Victoria Federica. La infanta Cristina no pudo asistir a la recepción por encontrarse en Washington con su familia, en su residencia habitual.

Benedicto XVI, que fue recibido en calidad de jefe de Estado, llegó acompañado del nuncio en España, Renzo Fratini, y el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.

Don Juan Carlos, que continúa caminando ayudado de un bastón y con bota ortopédica, se acercó al coche en el que llegó Su Santidad para recibirle, seguido de la Reina, que le mostró su respeto haciendo una reverencia. A continuación el príncipe Felipe, como heredero de la Corona, saludó al Sumo Pontífice. Le siguieron la Princesa, la infanta Elena y los nietos de los Reyes.

POSADO ANTE LA PRENSA

La Familia Real posó para la prensa junto al Papa ante la puerta principal de la residencia privada de los Monarcas, en un ambiente distendido y relajado y en una mañana muy soleada.

Doña Sofía escogió un traje de chaqueta que recordaba uno de los colores de la bandera vaticana, el amarillo. La princesa Letizia se decantó por el color beige, al igual que la infanta Elena. Ambas optaron, como la Reina, por traje de chaqueta de dos piezas.

Durante el posado ante los fotógrafos, y a pesar de la trascendencia del momento, los Príncipes no dejaron de prestar atención a sus hijas. Así, la princesa Letizia se agachó para atender las demandas de Leonor y Sofía, que también intercambiaron palabras con su padre, el Príncipe.

En el encuentro, los Reyes transmitieron a Benedicto XVI su agradecimiento y orgullo por la elección de Madrid para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud 2011 y "la predilección probada en numerosas ocasiones por España”.

Una vez en el interior del palacio, el rey don Juan Carlos se reunió con Benedicto XVI en privado durante veinte minutos en un ambiente de “gran cordialidad”, en el que el Papa, según informó la Casa Real, agradeció el apoyo del pueblo español, de su juventud y de las autoridades a la JMJ.

Asimismo, los dos jefes de Estado conversaron sobre la insatisfacción de los jóvenes y sus dificultades para encontrar caminos y salidas en el contexto actual de crisis, según Zarzuela.

INTERCAMBIO DE REGALOS

Tras el despacho privado llegó el intercambio de regalos. Don Juan Carlos entregó al Papa una edición facsímil del siglo XIII de las cantigas de Alfonso X El Sabio, escrita en galaico-portugués. Se trata de una compilación del saber de la época que incluye ritos litúrgicos.

Por su parte, el Santo Padre regaló al Rey un mosaico de la plaza de España de Roma, que enmarca el palacio que alberga a la embajada española.