En un encuentro con periodistas en su pueblo natal, Salobre (Albacete), Bono destacó que la llegada de los jóvenes católicos para participar en la Jornada Mundial de la Juventud es "un aluvión de vida".

Bono deseó al Papa "un buen recuerdo" de su estancia en España, y aseguró que le agrada poder recibirle y despedirle como autoridad del Estado, tal y como le ha pedido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Bono recordó que, según el portavoz del Gobierno, José Blanco, la visita "no cuesta un duro a las arcas públicas", y con esa afirmación respondió a las críticas por los supuestos gastos ocasionados por este evento.

No obstante, precisó que no comparte algunas posiciones de la Iglesia, como la oposición al matrimonio homosexual, porque para él lo importante es que dos personas, sean heterosexuales o no, puedan construir "una comunidad de afecto" y vivir "plenamente en común".

Si dos personas que no se quieren se casan por la Iglesia, afirmó, "por mucho que se empeñe el cura en echar agua bendita" sobre ambos, "ahí no hay ni comunidad de afecto, ni sacramento ni nada".

En todo caso, añadió que hay que respetar a quienes quieren ver al Papa y a quienes critican la visita y sienten "molestias" por la llegada de los cientos de miles de peregrinos.