Coronavirus

Sólo un 18% de los fondos mundiales post-Covid van para una salida ‘verde' a la crisis

- Según la Universidad de Oxford y la ONU

MADRID
SERVIMEDIA

Las 50 principales economías del mundo dedican a un 18% de los gastos anunciados para la recuperación a largo plazo tras el coronavirus son para una salida ‘verde’ de la pandemia, lo que está por debajo de los compromisos nacionales de dejar atrás la crisis de la Covid-19 de una manera más sostenible.

Ésa es la conclusión del informe '¿Estamos reconstruyendo mejor? Evidencias de 2020 y vías para la recuperación del gasto verde inclusivo', realizado por la Universidad de Oxford (Reino Unido) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

Se trata del análisis más completo llevado a cabo hasta ahora sobre los esfuerzos de rescate y recuperación fiscal relacionados con la Covid-19, ya que evalúa unas 3.500 políticas en las 50 mayores economías del mundo.

El informe revela que esos 50 países anunciaron hasta finales de 2020 que destinarán 14,6 billones de dólares (12,2 billones de euros) en medidas fiscales relacionadas con la Covid-19, de los cuales 11,1 billones de dólares (9,28 billones de euros) son para esfuerzos de rescate inmediatos y 1,9 billones (1,59 billones de dólares) se destinarán a medidas de recuperación a largo plazo; el resto de las partidas no estaban claras.

Pues bien, sólo 341.000 millones de dólares (285.000 millones de euros) de los 1,9 billones de dólares anunciados para medidas de recuperación a largo plazo se focalizan en una salida ‘verde’ a la crisis del coronavirus, en su mayoría procedentes de un pequeño grupo de países ricos, lo que representa un 18% del total.

POR ÁREAS

Cerca de 66.100 millones de dólares (55.200 millones de euros) son para energía baja en carbono, en gran parte gracias a las subvenciones de Alemania y España para proyectos de energía renovable e inversiones en hidrógeno e infraestructuras.

Unos 86.100 millones de dólares (casi 72.000 millones de euros) se destinarían a transporte ‘verde’ a través de transferencias y subsidios en vehículos eléctricos, inversiones en transporte público, bicicleta e infraestructura para caminar.

Unos 35.200 millones de dólares (29.400 millones de euros) irían para aumentar la eficiencia energética en edificios, principalmente en rehabilitación de ese sector en Francia y Reino Unido.

Otros 56.300 millones de dólares (47.000 millones de euros) se destinarían para capital natural o soluciones basadas en la naturaleza, iniciativas de regeneración de ecosistemas y reforestación. Dos quintas partes son para parques públicos y medidas contra la contaminación, sobre todo en Estados Unidos y China.

Y se han anunciado 28.900 millones de dólares (24.150 millones de euros) en I+D verde, que incluye tecnologías de energía renovable y para descarbonizar sectores como la aviación, el plástico y la agricultura, así como el secuestro de carbono.

"La humanidad se enfrenta a una pandemia, a una crisis económica y a una crisis ecológica, no podemos permitirnos perder en ningún frente. Los gobiernos tienen una oportunidad única de poner a sus países en trayectorias sostenibles que priorizan las oportunidades económicas, la reducción de la pobreza y la salud planetaria a la vez", apunta Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.

Brian O'Callaghan, investigador principal del Proyecto de Recuperación Económica de la Universidad de Oxford y autor del informe, indicó que, “a pesar de los pasos positivos hacia una recuperación sostenible de la Covid-19 de algunas naciones líderes, el mundo se ha quedado hasta ahora corto de las aspiraciones coincidentes de construir mejor”. “Las oportunidades de gastar sabiamente en recuperación aún no han terminado. Los gobiernos pueden aprovechar este momento para asegurar la prosperidad económica, social y ambiental a largo plazo", añade.

El informe hace hincapié en que la recuperación ‘verde’ puede traer un crecimiento económico más fuerte, al tiempo que ayuda a cumplir los objetivos ambientales mundiales y a abordar la desigualdad estructural. Para evitar que décadas de progresos contra la pobreza se relajen, los países de bajos ingresos requerirán una financiación sustancial de los socios internacionales.

(SERVIMEDIA)
14 Mar 2021
MGR/clc