Así lo indicó Carrizosa durante su intervención ante los medios de comunicación tras la constitución del Parlamento de Cataluña, donde destacó que hoy se “ha evidenciado” que, “desgraciadamente” continúa el “menosprecio” a la “mayor parte” de los catalanes, a las instituciones y, en definitiva, a la democracia.

A su juicio, tanto el discurso de Ernest Maragall como el de la nueva presidenta del Parlamento, Laura Borràs, “evidencian” que el separatismo continúa en su “afán” de “tensar” la política catalana, “polarizar y dividir” a la sociedad de Cataluña.

Según Carrizosa, por “dignidad y respeto” a la democracia no se han quedado a escuchar la “sarta de despropósitos” que ha dicho Borràs en su primera intervención para estrenar el cargo, al tiempo que recordó que está “imputada por un sangrante caso de corrupción” y que sabe que “le queda poco en el convento”. “Cuando la inhabiliten por corrupción dirá que es por desempeñar su labor como presidenta. Ese futuro conflicto está servido”, auguró.

Carrizosa deseó que el Gobierno central tome nota de cuáles han sido los discursos de hoy, que “recapacite” en cuanto a los indultos que han pedido los independentistas condenados, porque en el Parlamento se ha visto cómo se hacía “apología de los delitos cometidos durante la decimoprimera legislatura, y como se vuelve a reputar al Gobierno como vengativo”.

“Hacer un indulto por parte del Gobierno de Pedro Sánchez supondría dar alas a los nuevos dirigentes que llegan bajo el signo de la insumisión y de la rebelión” dijo, a la vez que criticó que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tenga un discurso que “favorece” lo que se ha “presenciado hoy”. “Mientras Sánchez le tenga como socio, en Cataluña nuestra política no va a avanzar”, lamentó.

Además, reveló que su partido votó a los que tuvieran más posibilidades para estar en la Mesa del Parlamento, y se congratuló de la vicepresidencia de Eva Granados del PSC. En este sentido, criticó que el estreno de Vox “ha brillado por su absoluta inutilidad”, porque “se han votado a sí mismos”. “En el primer día de clase se han escondido debajo del pupitre”, expuso.