La capital, Londres, se ha visto especialmente afectada y registra un descenso de 700.000 habitante. Según el Centro de Excelencia en Estadísticas Económicas (Economic Statistics Centre of Excellence-Escoe), muchos residentes extranjeros se dedicaban al sector hostelero antes de la pandemia, por lo que han estado especialmente expuestos a los efectos que la pandemia ha tenido sobre la economía, impulsándoles en muchos casos a abandonar el país.

Patrick Munnelly, de Tickmill, explica que “el crecimiento trimestral (del PIB británico) debería reanudarse en el segundo trimestre y acelerarse en la segunda mitad del año si, como se esperaba, se eliminan la mayoría de las restricciones a la actividad”, pero hasta entonces el éxodo poblacional podría mantenerse.

De hecho, algunos analistas indican que la pandemia ha acelerado un fenómeno que comenzó con el Brexit, ya que a las consecuencias económicas y laborales que ha acarreado el Covid-19 se une la necesidad de muchas personas migrantes de retornar a sus países de origen para estar junto a sus familiares.

El resultado del referéndum sobre el Brexit de 2016 y el impacto que podía tener la salida del país de la UE en las condiciones de los residentes europeos en Reino Unido llevó, con el transcurrir del tiempo, a muchos ciudadanos de la Unión Europea a retornar a sus países

Los ciudadanos que han decidido quedarse y fijar su residencia en Reino Unido han tenido que adherirse a un plan conocido como Settlement Scheme; los que no lo consigan necesitarán solicitar una 'visa' para poder permanecer en el país, tal y como han tenido que hacer tradicionalmente los ciudadanos de países no pertenecientes a la Unión Europea. Ante esta situación muchos han optado por volver a sus países o a otros Estados de la UE.