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Unos 10.000 menores de cinco años entran cada mes en riesgo de morir de hambre a causa de la pandemia

- Según Unicef

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de 54 millones de niños menores de cinco años presentaban un peso muy inferior a la media potencialmente mortal a causa de la desnutrición en noviembre de 2020, lo que supone un aumento del 14% (unos seis o siete millones de niños más) durante el año pasado como consecuencia del coronavirus.

Esto “puede traducirse en más de 10.000 muertes adicionales al mes, sobre todo en África Subsahariana y Asia Meridional”, según alertó Unicef este jueves, con motivo del inminente primer aniversario de la declaración de la Covid-19 como pandemia por parte de la OMS.

La disminución del 40% en los servicios de nutrición dirigidos a niños y mujeres podría empeorar otros resultados relacionados con la alimentación, y advirtió de que en noviembre de 2020 más de 94 millones de personas se vieron perjudicadas por la interrupción en la campaña de vacunación contra el sarampión en 26 países.

Por otro lado, Unicef alertó de que la pobreza infantil aumentará un 15% en los países en desarrollo a causa de la Covid-19, con el resultado de que 140 millones de niños más caerán por debajo de este umbral.

“Antes de que acabe esta década, es posible que tengan lugar unos 10 millones de matrimonios infantiles adicionales”, prosiguió, que “podrían anular años de avances en la reducción de esta práctica”.

Señaló también que las escuelas de 168 millones de niños de todo el mundo llevan casi un año cerradas (dos terceras partes de ellas se encuentran en América Latina y el Caribe), y que uno de cada tres niños en edad escolar no tuvo acceso a la educación a distancia mientras estos centros estaban cerrados.

Asimismo, indicó que al menos uno de cada siete niños y jóvenes vivía en países donde se impusieron políticas de confinamiento en el hogar durante gran parte del año pasado y, como consecuencia, sufrió ansiedad, depresión y aislamiento.

Para la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, “los niños deben ocupar un lugar primordial en los esfuerzos de recuperación”, por lo que “hay que dar prioridad a las escuelas en los planes de reapertura”.

“Esto significa ofrecer protección social, a través por ejemplo de transferencias de efectivo para las familias”, apuntó, y “también proporcionar servicios esenciales a los niños más vulnerables”. “Solo así podremos evitar una generación perdida”, concluyó Fore.

(SERVIMEDIA)
11 Mar 2021
AGQ/clc