Clima
El deshielo en zonas polares descubre organismos vegetales ocultos durante miles de años
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El derretimiento del hielo en las zonas polares provoca una rápida colonización de la superficie deglaciada por parte de organismos vegetales como líquenes, algas y musgos, que quedan al descubierto tras miles de años bajo una densa capa helada.
Así se explica en un estudio realizado por siete investigadores de instituciones de Alemania, España, Islandia, Portugal y Reino Unido, y publicado en la revista ‘Science of the Total Environment’. Entre sus autores figuran Álvaro del Moral, Isaac Garrido y Asunción de los Ríos, del Departamento de Biogeoquímica y Ecología Microbiana del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
Cuando se derrite el hielo en lugares polares por el efecto del cambio climático aparecen cubiertas criptogámicas, esto es, estructuras formadas por líquenes, algas o musgos, que colonizan rápidamente los suelos deglaciados.
Los investigadores analizaron los suelos de dos regiones polares, concretamente Islandia y la Isla Livingston (Antártida marítima), para concluir que los suelos de áreas deglaciadas con cubiertas criptogámicas son más fértiles y ganan en complejidad y diversidad.
De los Ríos apunta que “las cubiertas fomentan el desarrollo del suelo, provocan que sean más ricos y tengan mayor diversidad bacteriana además de aumentar su potencial enzimático y sus tasas de funcionamiento”.
“Este hecho, que a priori puede parecer bueno, lo que nos confirma es que el ecosistema está cambiando. En realidad, pone de manifiesto que los ecosistemas polares están variando su estructura, pero no sabemos qué consecuencias puede llegar a tener a largo plazo”, puntualiza Jorge Durán, del Centro de Ecología Funcional de la Universidad de Coimbra (Portugal).
Los cambios que provoca el desarrollo de cubiertas criptogámicas varían en función de su habilidad para modificar las características del suelo. Los autores analizaron cubiertas donde predominaban macroalgas, líquenes o musgos, y descubrieron que pueden modificar el suelo a distintas velocidades y en diferentes formas.
Los investigadores sugieren que la magnitud de las modificaciones en los suelos polares, debidos al esperado incremento de la extensión de cubiertas criptogámicas en un contexto de cambio climático, dependerá en gran medida de qué tipo de criptógama es capaz de prosperar mejor bajo los nuevos escenarios ambientales.
OTROS MICROORGANISMOS
Además de líquenes y musgos, las cubiertas criptogámicas pueden contener microorganismos como bacterias, cianobacterias, algas y hongos. Gran parte de la superficie terrestre, incluyendo suelos y rocas, está cubierta por estas estructuras. Su relevancia en las zonas polares se debe a que, además de ser las primeras en ocupar los suelos ante el retroceso del hielo, favorecen que otras comunidades más complejas se desarrollen.
“La cubierta criptogámica es la colonización previa que luego dará paso a la aparición de plantas superiores y, con este estudio, ayudamos a entender cómo facilita el desarrollo del suelo. Por ejemplo, en el estudio damos información sobre cómo cambia la diversidad microbiana o los flujos de gases de efecto invernadero entre el suelo y la atmósfera cuando el suelo es colonizado por diferentes tipos de cubierta criptogámica”, aclara Durán.
De los Ríos concluye al respecto: “La extensión de las áreas deglaciadas por el efecto del cambio climático está aumentando en muchas zonas del planeta, de ahí que necesitemos conocer las dinámicas de colonización de estas áreas y el papel que juegan las cubiertas criptogámicas en la sucesión biológica que sigue al retroceso de los glaciares”.
(SERVIMEDIA)
09 Mar 2021
MGR/gja