Tras asegurar que no siente ninguna animadversión hacia la actual dirección del Partido Popular, dijo en respuesta a preguntas de su abogado, Gustavo Galán, que “lo único molesto es la cobardía de una serie de personas que no están dispuestas, como sí hemos hecho otras, a decir que nos hemos equivocado, que nos hemos financiado irregularmente y que sabíamos lo que estábamos haciendo. Es una cobardía no dar la cara”.

El extesorero popular respondió este martes a las preguntas de la Abogacía del Estado y de su defensa, ya que había manifestado su intención de no responder al resto de las partes. En su declaración al fiscal Anticorrupción celebrada ayer, Bárcenas aseguró que el abogado Javier Iglesias, en nombre del PP, le ofreció 500.000 euros en metálico a cambio de que aviniera a manipular esa contabilidad extracontable publicada en la prensa con el objetivo de poner en duda la veracidad de esos documentos.

Insistió también en que el PP pagaba sobresueldos en negro y dio el listado de los dirigentes que los cobraban entre los que están Mariano Rajoy, Javier Arenas, María Dolores de Cospedal, Francisco Álvarez Cascos, Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato y Ángel Acebes.

Durante la declaración a su abogado, Bárcenas atribuyó la falta de documentación que acredité todas estas declaraciones a la puesta en marcha de la ‘operación Kitchen’, supuestamente organizada desde el Ministerio del Interior, entonces dirigido por Jorge Fernández Díaz, para sustraerle documentación sensible para el partido a partir de 2013.

Dentro de ese relato, citó la entrevista entre la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, con el comisario jubilado José Manuel Villarejo. Como consecuencia de esa operación se produjo el asalto a su domicilio por un hombre disfrazado de sacerdote que llegó a encañonar a su mujer.

Bárcenas aseguró que no ha obtenido ningún beneficio penitenciario que no le correspondiera y explicó que su colaboración con la Fiscalía data de antiguo y recordó que se dirigió al ministerio público ofreciéndose en julio de 2013.

Además, rememoró que fue en esa fecha cuando entregó al juez instructor Pablo Ruz la documentación de esa contabilidad B que registraba y de la que el juez tenía un conocimiento parcial. Y defendió: "Yo estoy pagando parte de mis errores con una pena de prisión y sin mi declaración no estaríamos aquí en este momento".

OBRAS EN GÉNOVA

La sesión comenzó este martes con el interrogatorio de la Abogacía del Estado que lo centró en lo relativo al pago en dinero negro de parte de las obras de reforma de la sede nacional del PP. Según el juez instructor, se pagaron con cargo a la ‘caja B’ alrededor de 1,5 millones de euros. El mecanismo para esos pagos lo explicó ayer. Según su declaración en esta cuarta sesión del juicio se pagó entre el 25 y 30% de esas obras con cargo a la contabilidad extracontable del PP.

Bárcenas explicó en su declaración que la decisión de pagar con dinero negro de parte de esas obras la tomaron el que entonces tesorero del partido, Álvaro Lapuerta, ya fallecido y él mismo. Exoneró del conocimiento de esa ‘caja B’ al exgerente del PP Cristóbal Páez, que también se sienta en el banquillo y dijo que no supo nada de esa contabilidad extracontable hasta el año 2009, momento en el que le entregó la documentación correspondiente. Pese a ello, admitió que Páez podía “intuir” que las obras se estaban pagando con dinero negro.

Al finalizar su declaración, el tribunal dio licencia a Bárcenas para ausentarse de las sesiones y asistir sólo si lo desea. El juicio continua con los interrogatorios del resto de acusados que se sientan en el banquillo: Cristóbal Páez, exgerente del PP; Gonzalo Urquijo y Belén García, administradores de Unifica, empresa que reformó la sede de Génova; y Laura Montero, directora de proyectos de la compañía.