Así lo criticó en un comunicado emitido coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en el que agregó que continúa existiendo una “gran discriminación" de las féminas en el acceso a puestos de responsabilidad o en cuanto a retribuciones.

De este modo, según un estudio propio, con datos extraídos de las Memorias del Sermas, del total de enfermeras sólo un 3,76% ejerce de supervisora mientras que los hombres representan el 8,22% del total de varones contratados en el Servicio Madrileño de Salud.

A su juicio, una “situación similar” se produce en el caso de los responsables de enfermería de Atención Primaria, ámbito en el que, a pesar de que las mujeres son “numéricamente superiores”, el número de enfermeras responsables es del 7,59% respecto a la plantilla de enfermeras mientras que el de hombres en ese mismo puesto es del 9,97% respecto al de hombres que trabajan en los centros de salud madrileños.

Por lo que se refiere a las retribuciones, el estudio realizado por Satse Madrid denuncia la existencia de “profundas discriminaciones” entre mujeres y hombres, con un “porcentaje muy pequeño” de hombres que ejercen su derecho a disfrutar de un permiso de paternidad y la mujer también “lidera” las estadísticas en cuanto a los permisos por lactancia o excedencias. “Todo ello repercute negativamente en el salario final que percibe la trabajadora, por lo que podríamos decir que la media salarial de la mujer es inferior a la de los hombres, a pesar de tener la misma categoría profesional y desarrollar las mismas funciones”, sentenció el sindicato.

RIESGOS LABORALES

Por otro lado, en relación a la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales, “muy deficiente” en la Comunidad de Madrid según el sindicato, Satse juzgó “significativo” que, en 2017, último dato analizado, el número de días en incapacidad temporal de enfermeras con enfermedad profesional superase el 90%, siendo sólo de menos del 10% en el caso de los hombres.

Por último, Satse Madrid destacó que la “naturaleza” de los servicios sanitarios “dificulta enormemente la conciliación” de la vida laboral, personal y familiar. “Un problema recurrente”, a su entender, “entre las enfermeras, enfermeros, enfermeras especialistas y fisioterapeutas y que, en ocasiones, les impide desarrollar plenamente la profesión que han elegido”.

En este sentido, subrayó que las medidas de conciliación “adquieren especial relevancia” y urgió a desarrollar políticas de recursos humanos “centradas en la realidad de estas trabajadoras, compatibilizándolas con la prestación de un servicio público de calidad”.