Según recuerda la fundación, la deshidratación de las personas mayores es un problema "grave", que, además, empeora en los meses de más calor.

"Queremos aportar nuestro granito de arena a la prevención de los estados de deshidratación en las personas mayores, que pueden ser habituales en estas fechas, debido a la disminución de la sensación de sed, a problemas de movilidad o a la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que beban menos de lo necesario", afirmó Albert Vergés, director general de la Fundación Edad&Vida.

Las recomendaciones de esta fundación hacen especial hincapié en los requerimientos mínimos de hidratación y en la ingesta de bebidas, así como en la importancia de reconocer los síntomas asociados a los procesos de deshidratación y de prevenir su incidencia en este grupo de población.

El díptico aconseja beber entre seis y ocho vasos de líquido diarios y hacerlo incluso aunque no se tenga sed y consumir frutas y verduras, que aportan también aguas y ayudan a prevenir, por tanto, la deshidratación.