El límite ha conseguido su aprobación en la Cámara Baja con 170 votos favorables, 145 rechazos y 18 abstenciones. Aunque ningún grupo apoyó al Gobierno, la medida sale adelante con la abstención de CiU, PNV, CC y UPN.

Tras el visto bueno del Congreso, el techo de gasto pasa al Senado, donde será debatido mañana miércoles y probablemente rechazado. A continuación volverá a la Cámara baja el jueves donde debe ser ratificado.

Las previsiones del Ejecutivo apuntan a que los ingresos estimados para 2012, en términos de contabilidad nacional, serán de 127.852 millones de euros, con un objetivo de déficit para el Estado del 3,2% del PIB, hasta los 36.657 millones. En el conjunto de las administraciones, el déficit previsto alcanza el 4,4%.

En defensa del límite de gasto, la Vicepresidenta de Asuntos Económicos y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, explicó que el presupuesto se enmarca en “el contexto de una situación económica muy exigente y en una fase de recuperación económica, todavía lenta, pero que progresa a pesar de la inestabilidad que afecta a los mercados financieros”.

Asimismo, señaló que se basa en dos pilares: la consolidación presupuestaria y las reformas estructurales, especialmente la del mercado de trabajo y del sistema financiero. Por ello, indicó que “aunque las necesidades de austeridad alcanzan casi al conjunto del gasto público, se preserva el gasto social”.

Destacó además la “importancia de aprobar hoy el techo de gasto porque la inestabilidad de los mercados financieros hace más necesario que nunca dar muestras de nuestro firme compromiso con la austeridad del gasto”.

A este respecto, anunció que no es descartable que cuando el Ejecutivo lleve al Congreso los PGE en septiembre la cuantía de gasto sea inferior al techo máximo aprobado este martes.

El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, justificó su rechazo en que el techo presentado “no aporta la confianza que necesita nuestro país y nuestra economía porque no trae escenarios económicos realistas y ajustados a la evolución de nuestro país y nuestra economía”.

Criticó también que Salgado adelante que la cuantía final puede ser inferior al límite porque “estamos legislando sobre un proyecto de gasto al que el propio Gobierno ha restado toda la credibilidad en su intervención”.

También rechazó el gasto IU-ICV. Según Nuria Buenaventura lo hicieron porque “se necesita un replanteamiento total de este plan de estabilidad porque no sirve ni para salir de la crisis ni para calmar a los mercados”. En la misma línea, Joan Ridau (ERC), denunció que augura un escenario presupuestario con recortes, sin definir a qué partidas afectan, y “una previsión de ingresos hinchada”.

Entre los votos en contra, el BNG, ya que según Francisco Jorquera “el límite de gasto y el objetivo de déficit son cuestiones en las que discrepamos profundamente con la vía marcada por el Gobierno”; y UPyD, porque para Rosa Díez no es responsable apoyarlo.

ABSTENCIONES

El portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, explicó que la posición de su grupo “es por responsabilidad frente a la crisis” y afirmó que “de la situación actual se sale con el esfuerzo y el sacrificio real de todos y cada uno de los ciudadanos”. “La crisis la tenemos que pagar y su coste es elevado y tenemos que repartir los costes de la manera más justa y equitativa posible”, añadió.

Por su parte, Josep Sánchez Llibre (CiU) criticó el techo al considerarlo “totalmente insuficiente” ya que “hay margen para rebajar más y ahorrar”. De hecho, acusó al Gobierno de “haber desaprovechado una oportunidad histórica para plantear reestructuración y adelgazamiento de la Administración General del Estado”. Destacó, sin embargo, el aumento de las dotaciones a las CCAA.

En la misma línea, el portavoz de CC, Fernando Ríos, tras criticar que el techo de gasto “es más ornamental que efectivo”, explicó su abstención porque “un voto negativo sólo sirve para anticipar las elecciones y uno positivo para dar carta blanca al gobierno”. De forma parecida, el de UPN, Carlos Salvador, explicó que “no compartimos la política económica del Gobierno pero tampoco la de cuanto peor, mejor”.