Esta trama giraba en torno a la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), una división interna de la SGAE dirigida por Rodríguez Neri. Este imputado desviaba fondos de la sociedad de gestión a empresas de su propiedad o dirigidas por sus familiares mediante contratos ficticios por servicios que nunca se prestaban, según se desprende del auto dictado por el juez Ruz a última hora de este lunes.

Ruz ordenó este lunes el ingreso en prisión eludible bajo fianza de 300.000 euros de Rodríguez Neri, al que interrogó durante cuatro horas y media e imputó un delito continuado de apropiación indebida de especial gravedad, otro de administración fraudulenta y un delito societario. Además de abonar la fianza para eludir su ingreso en prisión, deberá entregar su pasaporte –tiene prohibido abandonar el territorio nacional-, fijar un domicilio y comparecer cada 15 días ante los juzgados, según consta en el auto dictado a última hora de este lunes.

El entramado defraudatorio estaba creado en torno a Rodríguez Neri y encabezado por Microgénesis, “empresa que se podría situar en la cúspide de la trama empresarial parasitaria de la SGAE”. Esta sociedad, proveedora de productos informáticos, recibió solo entre los años 2003 y 2007 “aproximadamente 26,4 millones de euros procedente del grupo SGAE”.

EMPRESAS FANTASMA

Microgénesis, a su vez, facturaba a otras empresas de la trama “por la supuesta prestación de distintos servicios”. Entre las sociedades “fantasma” utilizadas por la trama destacan Portal Latino, Imago Mundi, Luna Negra Producciones o Hipotálamo.

Estas sociedades, todas ellas controladas por Rodríguez Neri, “se habrían beneficiado de una exclusiva contratación con algunas de las entidades del grupo SGAE”. La trama habría falsificado contratos para “simular un tráfico mercantil normal y ajustado a derecho”.

Como muestra, la empresa Hipotálamo, participada plenamente por Rodríguez Neri, recibió de la SGAE –su único cliente- entre 2003 y 2010 un total de 1.227.852 euros. El auto del juez Ruz asegura que esta cantidad de dinero no era otra cosa que “una nómina encubierta”, según reconoce el propio Rodríguez Neri en una conversación telefónica intervenida el pasado 27 de junio y en la que deja entrever que Teddy Bautista consentía esta práctica.

En este entramado habría participado parte de la familia de Rodríguez Neri, como su hija, su hermana y su pareja, María Antonia García Pombo. En la trama también tenían “un papel relevante” Rafael Ramos y Elena Vázquez, responsables de Microgénesis.

El juez Ruz subraya en su auto que la SDAE “no ha contado nunca con trabajadores”, por lo que recurrió a la subcontratación, principalmente con la empresa Microgénesis. Neri fue presidente de Microgénesis hasta el año 2003, aunque, si bien dejó la empresa en manos de Rafael Ramos y Elena Vázquez, siguió utilizando una tarjeta de crédito de la sociedad hasta 2007.

IMPLICACIÓN DE BAUTISTA

El juez asegura que la creación de esta trama defraudatoria fue “autorizada, consentida y también impulsada” por Teddy Bautista. Señala además que los directivos de la SGAE Enrique Loras y Ricardo Azcoaga “habrían tenido suficiente conocimiento” de las actuaciones irregulares de la SDAE.

El magistrado también señala que Bautista, Azcoaga y Loras ayudaron en los últimos meses a Rodríguez Neri “hacer desaparecer” la trama a través de la disolución de la SDAE con “la mayor celeridad y opacidad posible”.

El auto destaca además que Rodríguez Neri, como miembro de la Comisión Electoral, habría favorecido la candidatura de Teddy Bautista en los comicios para la dirección de la SGAE celebrado el pasado 30 de junio.

FIANZA DE 150.000 EUROS

El magistrado decretó además este lunes prisión eludible bajo fianza de 150.000 euros para Rafael Ramos, uno de los socios directivos de la empresa Microgénesis. El juez Ruz dejó en cambio en libertad provisional sin fianza a María Antonia García Pombo, la esposa de Rodríguez Neri, y a su cuñada, Eva García Pombo, quien a su vez es directora jurídica de la empresa Microgénesis.

Las hermanas, que también tienen prohibido abandonar el territorio nacional, estuvieron declarando cerca de media hora cada una.

El magistrado tomó declaración este domingo a Teddy Bautista así como al director general de la SGAE, Enrique Loras, y al director económico y financiero, Ricardo Azcoaga.

El juez Ruz les imputó un delito continuado de apropiación indebida “de especial gravedad” y otro de administración fraudulenta. Atribuyó adicionalmente a Bautista un delito societario.

A pesar de dejarles en libertad, el magistrado impuso a Bautista, Loras y Azcoaga la prohibición de abandonar el territorio nacional, les retiró el pasaporte y les obligó a fijar un domicilio.

Ruz también interrogó este domingo a Elena Vázquez y Celedonio Martín, directivos de la empresa Microgénesis. Vázquez y Martín también quedaron libertad con la prohibición de abandonar el territorio nacional y bajo la imputación de delitos de apropiación indebida y administración fraudulenta.