Zona de bajas emisiones
Madrid Central reduce la contaminación también en zonas próximas, según un estudio
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La zona de bajas emisiones de Madrid Central, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2018 e impide la entrada de los vehículos contaminantes en 4,7 kilómetros cuadrados en el centro de la capital, no sólo ha reducido la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) en esa área, sino también a otros lugares cercanos.
Ésta es la conclusión de un estudio realizado por los investigadores Rafael Salas (Universidad Complutense de Madrid), María José Pérez Villadóniga y Juan Prieto (Universidad de Oviedo), y Ana Russo (Universidad de Lisboa), y publicado en la revista ‘Transportation Research’.
Madrid Central es una zona de bajas emisiones que tiene como objetivo priorizar el transporte público, los vehículos eléctricos e híbridos, y las bicicletas y los peatones. Los residentes pueden conducir y estacionar sin restricciones en el centro de la ciudad, pero los no residentes sólo pueden entrar en la zona si su vehículo es eléctrico o está certificado como no contaminante. Los conductores que no cumplan la norma pueden ser multados con 90 euros.
Los autores indican que, en comparación con otras iniciativas similares, Madrid Central es probablemente una de las medidas ”más ambiciosas” de reducción de la contaminación procedente del tráfico, ya que los vehículos prohibidos no pueden acceder a la zona.
Hay pruebas sobre la eficacia de las zonas de bajas emisiones de otras ciudades europeas, como Ámsterdam (Países Bajos), Londres (Reino Unido) y algunos municipios alemanes, pero los estudios sobre Madrid Central son escasos, según los investigadores.
Los autores analizaron el impacto de Madrid Central entre el 1 de diciembre de 2018 y finales de mayo de 2019, cuando la iniciativa fue parcialmente modificada por el cambio en el Gobierno municipal.
Para ello, examinaron las concentraciones de NO2 en las 24 estaciones de vigilancia de la calidad del aire de Madrid, de las cuales sólo la de Plaza del Carmen está en Madrid Central. Analizaron las demás por si pudieron verse afectadas por automovilistas que optaron por otras rutas.
Los resultados muestran que Madrid Central ha tenido un impacto positivo en la reducción de las concentraciones de NO2, medidas en la estación de la Plaza del Carmen, pues los niveles medios anuales estuvieron por debajo de los exigidos por la UE, con una bajada de más de 10 microgramos por metro cúbico, similar a la de un día festivo.
Además, las estaciones de medición de la calidad del aire ubicadas cerca de Madrid Central también presentaron reducciones significativas, aunque menores, en los niveles de NO2, por lo que no existió un ‘efecto frontera’, es decir, que la contaminación no se transfirió del centro de la ciudad a otras áreas cercanas.
(SERVIMEDIA)
25 Feb 2021
MGR/gja