En este momento en el que el pacto del Gobierno con el PP para renovar órganos como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se dibuja como inminente, Sánchez hizo estas llamadas al acuerdo a Casado en la sesión de control al Ejecutivo. Eso sí, no dejó de cargar contra la estrategia de Casado de decir “no a todo” durante los últimos doce meses.

Sánchez afeó a Casado que haya estado este último año “rechazando y polarizando”. Pero ahora que “ya han tenido los resultados catalanes”, donde el PP se desplomó hasta quedarse con tres escaños, sugirió a los populares “probar otra estrategia”, la de llegar a acuerdos con el Gobierno.

Puede ser “lo mejor”, insistió Sánchez sobre esos acuerdos entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. “Unidad”, reclamó de nuevo Sánchez ante el horizonte de “recuperación que tenemos por delante”. “Ustedes tendrán que extraer alguna lección”, reiteró al PP tras “estos meses” en los que su posición “no ha servido para nada”.

Pidió nuevamente dejar de lado esa estrategia de “confrontación, división y polarización” que sólo beneficia a los que se sitúan a la derecha del PP, esto es, a los dirigentes de Vox. Además, informó a Casado de que en las conversaciones que se están teniendo con la Comisión Europea a propósito del plan de recuperación son “170 reformas las que hemos planteado en seis años”.

El líder de la oposición le avisó de que “partimos de una situación catastrófica” porque en España hay cinco millones de personas que quieren trabajar y no pueden. Cuestionó, además, si el anuncio del presidente de dar 11.000 millones de euros a las empresas puede ser un “globo sonda”, avisándole de que “no hay problema de liquidez, sino de solvencia”.

“Va a tener que afrontar en el tiempo que esté en La Moncloa 60.000 millones de euros de ajuste anual”, avisó Casado a Sánchez, asegurándole que aún estaría a tiempo de flexibilizar la economía y aprovechar los fondos europeos para promover una bajada fiscal y desarrollar la competitividad.

El presidente del PP previno sobre un posible “Plan E peronista”, pues eso no da “esperanza” a los cinco millones de españoles que necesitan ver “luz al final del túnel y a los que (Sánchez) por mucho que lo niegue, les ha dejado atrás”.