La principal carga probatoria contra “Txeroki” se centraba en una pericial practicada sobre varios objetos hallados en el piso de Amorebieta (Vizcaya) que utilizó el comando de ETA que preparó el atentado. Este grupo terrorista, denominado “comando Olaia”, estaba formado, además de por Aspiazu Rubina, por los etarras Asier Arzallus e Idoia Mendizábal, quienes si fueron condenados por estos hechos en una sentencia dictada en octubre de 2010.

Los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional consideran que esta prueba sólo demuestra “la estancia del acusado en la vivienda” pero no puede llevar a la conclusión de que “Txeroki” participó en la acción terrorista. La Fiscalía solicitaba 15 años de prisión para él al atribuirle un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa.

El Ministerio Público sostenía que “Txeroki” participó en el envió a principios del año 2002 al domicilio del presidente de “El Correo” de un paquete-bomba con cerca de 230 gramos de dinamita y dotado de un sistema-trampa diseñado para detonar el explosivo al abrirse.

El paquete fue entregado en la oficina de una empresa de mensajería de Amboto (Vizcaya) y finalmente fue interceptado y desactivado por la Ertzaintza el 17 de enero de 2002 en el interior de la furgoneta de reparto, junto a la vivienda de Ybarra, quien había alertado a la policía tras sospechar de su contenido.

“No consta indubitadamente acreditada la participación de Aspiazu Rubina en los hechos”, concluyen los magistrados de la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional, presididos por Ángela Murillo.

SUJETADOR NEGRO

Entre las pruebas aportadas por los peritos destacaba un sujetador negro que fue encontrado en el piso de Amorebieta. En el sostén, que supuestamente pertenecía a la miembro del comando Idoia Mendizábal, se encontraron restos de ADN que corresponde a “Txeroki”. También se halló un plano de la provincia de Vizcaya con las huellas de Aspiazu Rubina y un cepillo con sus restos genéticos.

El tribunal desestima estas pruebas porque entienden que su “único resultado objetivo e inequívoco” es que demuestran que “Txeroki” utilizó la vivienda.

“Con independencia de quienes eran los integrantes del comando en aquellas fechas, la conclusión a la que llegan los peritos, esto es, el concreto envío del paquete bomba por el acusado, no puede ser asumido como acreditado por el tribunal al no constar dato alguno corroborador a lo largo de la investigación realizada”, señala la sentencia de la Audiencia Nacional.

DESAFÍO AL TRIBUNAL

“Txeroki” desafió al tribunal de la Audiencia Nacional en el juicio celebrado contra él el 22 de junio. El exjefe etarra se negó en repetidas ocasiones a ponerse en pie, por lo que fue enviado al habitáculo blindado.

La actitud desafiante de “Txeroki” se prolongó a lo largo de todo el juicio y el exresponsable militar de ETA no dejó de sonreír y gesticular ante las respuestas de los testigos y llegó incluso a agacharse en repetidas ocasiones para poder ver a los testigos protegidos por debajo de las cortinas colocadas para proteger sus identidades.

Aspiazu Rubina fue juzgado en España gracias a la entrega temporal realizada por Francia. El exdirigente etarra tiene más de veinte causa pendientes en la Audiencia Nacional, entre otros el procedimiento por ordenar presuntamente el atentado contra la T4 del aeropuerto madrileño de Barajas, perpetrado el 30 de diciembre de 2006, en el que murieron dos ciudadanos ecuatorianos y que significó el final de la última tregua de ETA.