Así se expresó Galán en la conferencia con analistas sobre los resultados de la compañía en 2020, año en que se anotó unas ganancias de 3.611 millones, un 4,2% más que en 2019.

En línea con la subida del beneficio, según destacó Galán, Iberdrola prevé también incrementar el dividendo, que pasará de los 0,42 euros por acción este año, a los 0,56 euros en 2025 y a los 0,75 euros en 2030.

Además, destacó que en “esta situación global que no tiene precedentes, Iberdrola ha respondido acelerando su actividad y su liderazgo en la transición energética”. “Hemos mantenido el servicio, reafirmado el compromiso con la transición verde y aumentado las perspectivas de crecimiento de la compañía”, afirmó.

Por otro lado, valoró que la compañía ha detectado nuevas plataformas de crecimiento que acelerarán los resultados en los próximos años, periodo en el que aspira a “liderar la revolución energética verde”.

Para ello, según recordó, Iberdrola prevé realizar inversiones por valor de 75.000 millones de euros hasta 2025, cifra que se eleva a los 150.000 millones en el horizonte 2030. Con ello, su capacidad renovable, que es ahora de 35.000 megavatios (MW) se duplicará en 2025 y se triplicará en 2030, cuando rondará los 100.000 MW. “Es un plan basado en hacer lo que mejor hacemos en mercados donde tenemos una posición sólida y una cartera diversificada”, concluyó Galán.