En un comunicado, el sindicato señaló que los trabajadores en esta situación corresponden a dos colectivos de funcionarios interinos. Por un lado, 1.500 nombrados como consecuencia de la Covid-19, contratados hasta el 31 de marzo, y, por otro, 635 adscritos al programa para los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), cuyo contrato finaliza el 31 de junio.

Así, CSIF recordó que en enero el Ministerio de Trabajo “anunció la renovación de estos trabajadores interinos, sin que por el momento tengamos ninguna noticia”, por lo que el sindicato ha dirigido un escrito a la Dirección General de la Función Pública manifestando su preocupación por la situación de estos trabajadores.

Asimismo, indicó que “esta misma semana nos hemos reunido con los responsables del SEPE para solicitar información sobre la renovación de estos trabajadores, si bien nos han comunicado que siguen esperando respuesta del Ministerio de Trabajo y de la Dirección General de la Función Pública”.

“Desde el inicio de la pandemia, venimos alertando de que la situación del SEPE es tremendamente compleja y delicada, ya que los trabajadores deben abordar unas cargas de trabajo imposibles de asumir y gestionar”, señaló CSIF, por lo que exige “que se aclare, a la mayor brevedad posible, si estos 2.100 trabajadores continuarán en el organismo y durante cuánto tiempo”.

Asimismo, el sindicato apuntó que “en los últimos diez años, como consecuencia de las políticas de recortes, el SEPE ha perdido cerca de 3.400 efectivos y cuenta ahora con unos 8.000 trabajadores, de los que un 30% son trabajadores temporales, una cifra totalmente insuficiente para atender a la ciudadanía”.

Por todo ello, CSIF exige “una oferta de empleo público extraordinaria y específica para el SEPE y que contemple una dotación suficiente de recursos humanos, estructurales y profesionalizados, ante la situación de emergencia social por el Covid y las previsiones económicas y del mercado laboral”.

Además, reclama “la ampliación de la jornada de tarde para el conjunto de la plantilla de este organismo, de manera universal y voluntaria”, al considerar que las horas extras autorizadas para el SEPE “no son suficientes para afrontar la actual carga de trabajo”.

Por último, subrayó que “hace falta un decidido e inmediato apoyo a la inversión tecnológica, ya que los sistemas y aplicaciones informáticas con las que se gestionan las prestaciones por desempleo tienen una media de 30 años de antigüedad”.