Asimismo el documento refleja los compromisos de implantar un código de conducta en toda la institución y de aprobar un acuerdo sobre consumo responsable.

Según la universidad, este primer informe se convertirá en una memoria completa el próximo año y, de momento, pretende ser un primer documento de autodiagnóstico a partir del cual introducir mejoras para alcanzar objetivos de carácter social, económico y ambiental.

Entre otros objetivos, figuran un mayor impulso del diálogo con los distintos grupos de interés, el fomento de la transparencia en la gestión y la rendición de cuentas, una apuesta decidida por el reciclaje y el ahorro en el consumo de recursos y una mayor difusión de los valores de responsabilidad social en toda la institución.