Las tecnologías de la información y la comunicación, y más en concreto internet, son unas herramientas ya cotidianas en la vida de los españoles que, además, han experimentado una aceleración exponencial con motivo de la pandemia provocada por el Covid-19.

Si en 2008 solo el 18% de los españoles consideró que Internet era "esencial" en su vida, en 2020 este porcentaje alcanza al 60%. De hecho, el 90% usa internet a diario y un tercio afirma estar conectado casi todo el día. Esto refleja cómo la web está presente en casi todas las esferas de la actividad cotidiana y ocupa un espacio central en nuestras vidas.

También el móvil es considerado esencial en el día a día por un 57% de los españoles, aunque ya partía de resultados altos en 2008, cuando lo afirmaba un 46%. No obstante, el uso del teléfono móvil por aquella época estaba prácticamente limitado a hacer llamadas, en cambio, ahora con las redes sociales e Internet, el consumo se redirige a otros aspectos.

Sin embargo, aunque todos estos dispositivos hagan la vida "más cómo y fácil", los españoles perciben cada vez más los efectos negativos en la utilización de estas tecnologías. Según el estudio, más del 80% de los españoles considera que usar internet supone un problema en términos de privacidad, seguridad, veracidad, posible acoso y exceso de publicidad. Además, otra faceta "indeseada" podría ser la "excesiva dependencia de internet, que se ha convertido en un recurso de elección cuando la persona se siente aburrida", aseguró la Fundación en la presentación del estudio.

No obstante, los españoles declaran mayoritariamente su preferencia por el contacto cara a cara, tanto para conocer amigos como pareja. Por lo general, internet se utiliza como "refuerzo o amplificación de relaciones sociales preexistentes con amigos, familia y compañeros de trabajo, más que como herramienta primera para establecer esas relaciones".

TELETRABAJO

Esta tendencia ha experimentado un crecimiento con la pandemia y ha acelerado el proceso de digitalización, que traído consigo nuevos retos a todos los niveles y cambios que un 64% de los españoles creen que permanecerán a la larga. El ejemplo más significativo es el teletrabajo, que se ha casi duplicado en España a partir del confinamiento de 2020, en concreto, del 16% al 30%.

"Sin embargo, la vigencia en el futuro de algunas de estas prácticas de teletrabajo y consumo por canales estrictamente digitales vendrá condicionado por la experiencia que los usuarios tengan, la capacidad de organizaciones y empresas de adaptarse a este nuevo marco y los límites que los propios usuarios quieran poner en función de preferencias personales, confianza requerida en la interacción y protección de la privacidad", aseguró la fundación.

Entre los trabajadores que han aplicado el teletrabajo, el 40% consideró que su productividad no ha variado, y un 36% considera que incluso ha mejorado. Además creen que han podido conciliar mejor su vida laboral y familiar, aunque también "les ha costado acotar las horas de trabajo y han echado de menos el contacto personal con sus compañeros de trabajo".

SECTORES BENEFICIADOS

Sectores como el de los medios de comunicación vieron cómo crecía notablemente la demanda de sus servicios en el plano digital, incluso en ámbitos en el que los usuarios afirmaron que prefieren la presencialidad, como ocurre con la compra del supermercado. Aunque el 93% de los españoles afirmó que prefiere hacer la compra presencialmente, se han adaptado a la situación y un tercio realiza la compra online.

Por otro lado, en un mismo sector el nivel de confianza o privacidad que el usuario espera de la interacción establecida marca diferencias en la preferencia entre presencialidad o digitalización; esto se puede apreciar en el ámbito de la salud, donde el 93% prefiere acudir a la consulta presencial con el médico, o en el sector bancario, donde el 71% prefiere utilizar internet para realizar transferencias, pero el 88% prefiere el contacto personal para pedir créditos.

Otro sector que se ha visto afectado por la pandemia ha sido el ocio. Durante la misma, y ante la imposibilidad o dificultad de mantener actividades fuera del ámbito doméstico, el ocio digital creció notablemente en todas sus vertientes, y la mayoría de los españoles reconocen que recurren a Internet "siempre" o "bastantes veces" cuando se aburren (58%) y le dedican más tiempo del previsto (55%).