Natacha De Mulder, responsable de un nuevo centro inaugurado en Bruselas, ha defendido la utilización del esperanto frent a las críticas de sus detractores, que consideran que carece de futuro porque es una lengua artificial.

El esperanto cuenta con apenas 16 reglas gramaticales y ninguna excepción. "Varios estudios", explicó De Mulder, "han demostrado que los niños que aprenden el esperanto antes que otra lengua extranjera progresan más rápidamente en el aprendizaje de otros idiomas".

Los partidarios del esperanto son escépticos sobre una Europa unida habitada por políglotas. "Es una utopía", afirma Mertens-Goosses, del citado centro de Bruselas, quien considera que es mejor el esparanto porque "de esta forma cada uno protege su propia cultura contra la dominación económica y social de otra lengua".