En él, da la razón al Servicio Jesuita al Migrante (SJM) en su reclamación a propósito de un solicitante de asilo al que no se le permitió moverse de Melilla. Se trata de la tercera vez que el Supremo resuelve sobre la libertad de movimiento de los solicitantes de asilo, indicó la ONG.

El Supremo vuelve así a pronunciarse en la misma línea de dos sentencias previas sobre sendos procesos iniciados por CEAR y el SSJM respecto a solicitantes en Ceuta y Melilla, agregó.

Por todo ello, el SJM instó a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras a reconocer plenamente el derecho fundamental a la libre circulación de los solicitantes de protección internacional en Melilla y en Ceuta.

Esto implica impartir instrucciones escritas a todos los agentes de policía que prestan servicio en los controles de documentación para que no impidan el embarque de quienes exhiben sus tarjetas rojas, señaló la entidad, “ni siquiera con el pretexto de condicionarlo a que demuestren tener domicilio en la Península”. También reclamó agilizar la expedición de la tarjeta roja a los ya reconocidos como solicitantes de protección.