En virtud de dicho acuerdo, Unicaja financiará, con una aportación de un millón de euros durante dos años y un importe máximo de 18.000, las nuevas actividades productivas en forma de empresas de inserción o negocios particulares, cuyo proyecto empresarial sea viable económicamente.

Por su parte, la Diputación de Málaga será la encargada de recibir las solicitudes y, tras realizar un análisis social de las propuestas, las derivará a Unicaja, encargada de realizar la viabilidad económica de los proyectos y aprobar la concesión de los microcréditos.

Con este nuevo acuerdo, ambas entidades pretenden luchar contra la exclusión financiera y promover el autoempleo en personas cuya difícil situación social complica su acceso al mercado de trabajo.