MADRID. 26 GRAFFITEROS HAN CAMBIADO LA SANCIÓN ECONÓMICA QUE LES PUSO EL AYUNTAMIENTO POR TRABAJOS PARA LA COMUNIDAD
- Ocho adolescentes ya han empezado este mes a limpiar las pintadas de los edificios, monumentos y mobiliario urbano, según Botella
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Ocho jóvenes han empezado a limpiar los graffitis de los edificios, monumentos y mobiliario urbano de la ciudad de Madrid porque han elegido voluntariamente hacer trabajos en beneficio de la comunidad en lugar de pagar la multa correspondiente por sus pintadas.
La delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, presentó hoy el balance de la lucha contra el graffiti y, para dar idea del alto coste que supone para los madrileños este foco de suciedad, indicó que entre 2007 y septiembre de este año el Ayuntamiento ha gastado 25,3 millones de euros, una cantidad que podría haberse invertido en construir un nuevo parque de superficie similar al Retiro, en limpiar 4,5 millones de metros cuadrados de pintadas.
Explicó que el Gobierno municipal ha apostado por la "tolerancia cero" y, entre otras medidas, ha incluido la posibilidad de sustituir la sanción económica por trabajos en beneficio de la comunidad. De los 126 expedientes sancionadores abiertos a graffiteros en 2008 y lo que va de año, 26 han solicitado la sustitución de la multa por trabajos en beneficio de la comunidad.
Los primeros ocho jóvenes, de entre 16 y 20 años, comenzaron de manera voluntaria el primer fin semana de este mes a realizar los trabajos que sustituyen la multa económica, que consisten en limpiar y pintar las fachadas manchadas de graffiti. Siete son mayores de 16 años; seis son varones y dos mujeres; todos son españoles, excepto uno, y la mayoría reside Madrid, y todos son estudiantes (sólo uno no ha finalizado los estudios primarios).
Los chicos están divididos en grupos de cuatro, van acompañados de un educador social y limpian las pintadas los fines de semana a partir de las ocho de la mañana. Para los mayores de 16 años, el trabajo no se alargará más de 20 días y se realizará en jornadas de 8 horas; mientras que para los chicos de entre 14 y 16 años no durará más de 8 días en jornadas de 4 horas.
Estos trabajos compensan la multa que deberían pagar por las pintadas que han realizado, que, según la nueva ordenanza de limpieza, oscila entre los 300 y los 3.000 euros, pudiendo llegar a los 6.000 si son reincidentes, pero tienen que seguir pagando la indemnización por los costes de la limpieza del graffiti, que ascienden a una media de 178 euros.
Botella, que explicó que los graffiteros pertenecen a familias normales, dijo que la valoración de estos ocho primeros casos es muy positiva, porque han demostrado un gran interés, y mostró su confianza en que gracias a esta labor educativa y de concienciación no volverán a reincidir. Como ejemplo puso el enfado que protagonizó uno de estos chicos cuando advirtió que un emplazamiento que él había limpiado había vuelto a ser manchado.
La delegada de Medio Ambiente destacó la importancia de la implicación de los padres para que esta iniciativa funcione, no pagando la multa de sus hijos para que hagan estos trabajos a la comunidad, e hizo un llamamiento a los padres en este sentido, porque, a su juicio, lo que ocurre a veces es que hay mucha permisividad por parte de los padres, poniendo el ejemplo de los incidentes recientes de Pozuelo.
EXTENDERLO AL BOTELLÓN
Botella explicó que están estudiando extender este modelo de sustituir la sanción económica por trabajos en beneficio de la comunidad, que recordó que se empezó a aplicar en el ámbito judicial, también al "botellón". Indicó que en este caso los trabajos consistirían en limpiar las calles de hojas y demás basuras.
Para Botella, las pintadas y los graffiti no tienen nada de arte, sino que "son una muestra del poco civismo y la pésima educación del que las realiza". Sobre si no considera un contrasentido que el Ayuntamiento premiara a un importante graffitero el año pasado, dijo: "quiero pensar que el graffitero no pintó calles de Madrid", cuando al parecer tiempo atrás había pintado un muro con la imagen del alcalde.
Según el balance presentado por Botella, de las 126 sanciones impuestas a graffiteros en 2008 y lo que va de 2009, un 40% son de 300 euros, otro 40% de 600 y un 20% de 400 euros, a lo que hay que sumar el coste de la limpieza de la pintada. El 51% de los sancionados por graffiti son mayores de 18 años y el 28% tiene entre 14 y 18 años, y las pintadas se realizan durante las noches de los fines de semana.
Por distritos, Centro se sitúa a la cabeza en sanciones a graffiteros, al concentrar el 42,8%, seguido de Ciudad Lineal (9,52%) y Moncloa-Aravaca y San Blas, con un 7,9%. En pintadas eliminadas, Puente de Vallecas ocupó el primer lugar en 2008, con 323.093 metros cuadrados limpiados, seguido de Ciudad Lineal (222.753), San Blas (204.439) y Centro (161.044). Además, un 18% de la superficie total limpiada ha tenido que volverse a limpiar.
(SERVIMEDIA)
30 Sep 2009
NLV/isp