Según informó este miércoles la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, la operación comenzó a finales de 2010 tras varias denuncias de víctimas de diversos hechos delictivos contra el patrimonio, que llevaron a los agentes a sospechar de la presencia de dos grupos organizados que actuaban en el noroeste de la Comunidad de Madrid.

El pasado mes de abril se procedió a desarticular al primero de estos grupos, siendo detenidas cinco personas en la operación "Ángel Caído", y esclareciéndose cinco hechos delictivos. Este grupo no dudaba en utilizar una extrema violencia para lograr sus objetivos, según el Instituto Armado.

Los agentes centraron después todos sus esfuerzos en identificar y localizar a los integrantes del segundo grupo, asentado en Galapagar, Collado Mediano y Collado Villalba. Estos individuos vieron cercados sus movimientos tras un robo con violencia en una urbanización de la localidad abulense de El Barraco, donde, tras maniatar a los propietarios de la vivienda, sustrajeron diversos objetos de valor, llevándose además un Porsche Cayenne que fue recuperado en Navas del Rey, sin llaves.

Entre el 17 y el 26 de mayo fueron detenidos los cinco intregantes de esta organización criminal, a quienes se les imputa la autoría de una quincena de robos en viviendas de Navacerrada, Hoyo de Manzanares, Zarzalejo, El Escorial, Galapagar, Las Rozas y Valdemorillo, y en El Barraco, todas ellas habitadas. Los arrestados son de nacionalidad marroquí, con edades de entre 19 y 36 años, y la autoridad judicial ha decretado el ingreso en prisión de cuatro de ellos.

Los ahora detenidos buscaban casas ubicadas en urbanizaciones aisladas que propiciaran pasar desapercibidos, no importándoles que las viviendas estuvieran habitadas. Ejercían vigilancia sobre sus víctimas, conociendo al dedillo sus hábitos y horarios para, de esta manera, perpetrar los robos de una forma más segura.

Cuando los propietarios se encontraban en el interior de sus casas, tras ser amenazados e incluso golpeados, eran maniatados generalmente a sillones con cinta americana, para tener mayor facilidad de huída. Sus objetivos eran conseguir joyas y dinero en efectivo, sustrayendo también vehículos de alta gama.

En los registros domiciliarios realizados se han recuperado gran cantidad de artículos de joyería, relojes, llaves de vehículos, dinero en efectivo, pequeños electrodomésticos y móviles, interviniéndose también ropa de color oscuro, guantes, dos pistolas, pasamontañas y varios vehículos a motor.

SEGUNDO GRUPO

La operación "Ángel negro" ha permitido detectar, asimismo, un segundo grupo delincuencial, al que se considera responsable de diez robos con fuerza, que actuaban también como receptadores de los anteriormente detenidos.

Este segundo grupo estaba integrado por siete personas, todas ellas ahora detenidas, algunas de las cuales trabajaban en las zonas de los robos como albañiles, niñeras o limpiadoras, para recabar información con el fin de cometer los delitos.