En declaraciones a Servimedia, Silva calificó de "lamentable" que la Real Academia de la Historia "haga tanta política" al obviar en la entrada de su Diccionario Biográfico correspondiente a Francisco Franco, firmada por el historiador Luis Suárez, que el régimen "se llevó por delante a miles de civiles".

Desde su punto de vista, esto no es "insignificante" como cree el director de la institución, Gonzalo Anes, sino "insultante" para las víctimas del franquismo.

"Todavía más grave" le parece que ese trabajo se haya realizado con dinero público. "No sé si deberían retirarle la subvención, pero alguna medida se debería tomar", dijo, porque "en un organismo que tiene mucho dinero público no puede permitirse que se haga propaganda franquista".

Para Silva, lo de la Real Academia de la Historia es "un síntoma más" de algo ya visto en la de la Lengua, cuyo diccionario, que a diferencia de aquélla sí define al franquismo como régimen totalitario y no sólo autoritario, también elude definirlo como "violento", "asesino" o "terrorista", como a su juicio debería reseñar. "Ojalá hubiese sido sólo totalitario", apuntó.

El portavoz de la ARMH cree que la democracia "consiente al franquismo cosas que no se consienten a otro tipo de violencia", y que, "si alguien hiciera una definicion laxa o benévola de otro tipo de violencia, se le echaría encima medio país". Así, comparó el caso con los malos tratos a las mujeres, y señaló que de un marido violento no se dice simplemente que es "autoritario".

Poniendo la polémica en relación con el proceso contra el exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por su instrucción del sumario sobre los asesinatos del franquismo y con el hecho de que las víctimas del régimen sigan sufragando con sus impuestos el mantenimiento del Valle de los Caídos, Silva concluyó que todo "forma parte de una cultura política y una estuctura social muy arraigadas" en España.