Mascarillas
La Asociación de Empresas de EPI advierte de que las mascarillas desarrolladas por el CSIC no son FFP2
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La Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal) advirtió este martes de que es posible encontrar en el mercado mascarillas autofiltrantes que no cumplen con la norma armonizada europea y, por tanto, no son FFP2 y puso como ejemplo las mascarillas desarrolladas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Así lo precisó en un comunicado en el que subrayó que, junto a las mascarillas autofiltrantes comercializadas bajo norma europea armonizada EN 149:2001+A1:2009 y clasificadas como FFP1, FFP2 y FFP3 según la cantidad máxima de contaminantes que queda retenida en el filtro y no penetra hacia el interior y la cantidad máxima de la atmósfera exterior que puede penetrar en el interior de la misma, existen otras autofiltrantes para la protección frente a la Covid-19 que “no han sido ensayadas y certificadas para ofrecer protección para otro tipo de riesgos”.
Este sería, a su juicio, el caso de las mascarillas del CSIC, que cumplen la PPE-R/02.075 versión 2, una norma que se basa en la EN 149:2001+A1:2009 pero que, según la asociación, “omite algunos ensayos que se recogen en ella”, como el de penetración del filtro con aerosol de aceite de parafina o el de fuga máxima hacia el interior.
Por ello, el secretario general de Asepal, Luis Gil, advirtió de que dichas mascarillas “no deben confundirse con una del tipo FFP2 y no pueden sustituirla frente a otros riesgos no relacionados con la Covid-19”. “No se trata de una mascarilla autofiltrante de uso general”, agregó.
BARBA Y PERILLA
Asepal insistió en que, para que las mascarillas autofiltrantes (FFP2 y FFP3) ofrezcan una protección “óptima”, es necesario que al colocarse sobre el rostro queden herméticas, pues, de lo contrario, “disminuyen sensiblemente su función”.
En este sentido, la patronal explicó que la presencia de vello facial en la zona de contacto entre la mascarilla y el rostro “reduce de forma muy severa” el ajuste, aunque éste sea muy corto, por lo que urgió a eliminar “completamente todo vestigio de vello facial o cabello en la zona de contacto" para lograr un ajuste correcto de la mascarilla autofiltrante.
Asimismo, juzgó “imprescindible” seguir las indicaciones de ajuste que debe dar el fabricante en el folleto informativo para una correcta colocación y realizar las comprobaciones de sellado que el fabricante determine y que suelen consistir en realizar respiraciones “enérgicas” para detectar si se producen fugas de aire, lo que indicaría un ajuste incorrecto.
La asociación recordó también la importancia de tener en cuenta el tamaño y la forma de la mascarilla y no exceder el tiempo máximo de uso indicado.
(SERVIMEDIA)
09 Feb 2021
MJR/gja