“España es una democracia plena y estamos en una situación de plena normalidad democrática”, defendió en entrevista a la Cadena Ser Cataluña recogida por Servimedia al ser cuestionada por las palabras del líder de Unidas Podemos aseverando que "no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes políticos de los dos partidos que gobiernan Cataluña están uno en la cárcel y el otro en Bruselas".

La ministra agregó que “España aparece a la cabeza de todos los rankings internacionales” y “nuestro Estado de Derecho y nuestros mecanismos funcionan todos los días”.
Iglesias afirmó en una entrevista con el 'diari Ara' que "como vicepresidente del Gobierno español” tiene que reconocer que “no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes de los dos partidos que gobiernan Cataluña, uno está en prisión y el otro en Bruselas”, en referencia a Oriol Junqueras (ERC) y Carles Puigdemont (Junts).

La 'número dos' del Gobierno, Carmen Calvo, le respondió directamente. “Discrepo absolutamente, (en España) tenemos la normalidad propia de un Estado de derecho que aplica las leyes a todos por igual”, afirmó la vicepresidenta primera.

Por su parte, el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, defendió la vigencia de la democracia española y se mostró seguro de que el vicepresidente también cree en ella, y admitió que "la normalidad democrática también permite elementos de anormalidad", aspectos que "siempre hay que atajar".
NORMALIDAD
A título de ejemplo y de forma ilustrativa Calviño apuntó que “se produce un debate con normalidad sobre cambios normativos” como el que prevé ahora el Ministerio de Justicia al contemplar una reforma del Código Penal para eliminar las condenas de cárcel en los delitos “relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión”.

“Estamos hablando de cómo reforzar los derechos de las minorías en nuestro país del conjunto de ciudadanos. Creo que España es uno de los países más abiertos, más progresistas y con una democracia más fuerte. Y, por tanto, no me parece que esto responda en absoluto a la realidad”, zanjó.

En alusión a la propuesta del Ministerio de Justicia defendió que se trata justamente de “un signo de normalidad democrática”. “El sistema fiscal, el sistema legal, el marco legal, tiene que adecuarse a la evolución de la sociedad y tiene que reflejar las visiones y las prioridades de la sociedad que afortunadamente cambian. Y el marco que nos hemos dado desde la Constitución nos ha permitido ir modificando el régimen civil, el régimen penal, el derecho administrativo, para ir adecuando a las necesidades de cada momento”, explicó.

Calviño indicó que para que dicho marco sea justo “tiene que ser proporcional”, “adecuarse a la situación en cada momento y tiene que garantizar la proporcionalidad de las sanciones o de las penalizaciones que puedan existir en cada momento a un comportamiento que la sociedad considere inapropiado desde el punto de vista civil o desde el punto de vista penal”.

La ministra eludió entrar a valorar la oportunidad o no de las palabras de Iglesias ante la pregunta de si debería ser más comedido al estar en el Gobierno o menos activista. “Este tipo de comportamientos creo que se juzgan por sí mismos y no dedico tiempo, francamente, a evaluarlos ni a calificarlos”, expresó Calviño, apuntando que en el Gobierno está “para resolver los problemas de la gente y para trabajar intensamente en favor de construir un país mejor”.

Explicó que personalmente está volcada en trabajar para resolver los problemas provocados por la pandemia e impulsar el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia” para “impulsar un crecimiento y una creación de empleo que nuestro país necesita y construir un futuro mejor”. “Yo creo que esa tiene que ser la prioridad de los políticos y buscar los puntos de acuerdo, los puntos que tenemos todos en común y sobre los cuales podemos construir un futuro para España y un proyecto de país, una visión constructiva y positiva de país”, agregó, expresando su convicción de que “lo demás” es “más bien ruido, que no contribuye en absoluto a mejorar la vida de las personas”.