Ambos se reunieron hoy en Moncloa y después, en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Ridao aseguró que el encuentro fue cordial aunque no se concretó ningún avance, "el baile acaba de empezar, yo estoy frío y entiendo que el presidente también", pero al menos, añadió, una vez cerrado el acuerdo de financiación autonómica se puede hablar porque hay materia para ello.

Aquel acuerdo supuso para ERC "poner el contador a cero", de forma que se inició el entendimiento, pero no ve exigencia de reciprocidad alguna, de forma que ese pacto obligue ahora a sus diputados a respaldar los Presupuestos.

Sobre la mesa, ERC pone asuntos más políticos que estrictamente económicos, como la reforma del modelo de gestión de aeropuertos, la reciprocidad de las emisiones de TV3 y Canal Nou, o el impulso a la reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados para introducir, entre otras cosas, el uso de las lenguas cooficiales.

También cuestiones puramente económicas, como el impulso al eje ferroviario del Mediterráneo, el traspaso de Cercanías con los recursos necesarios, el rescate del fondo para la inmigración o el aumento de recursos para la implantación de atención a la dependencia.

Ridao cree que los Presupuestos presentados por el Gobierno son "un poco tramposos" porque contienen mucha voluntariedad en las previsiones y, en la promesa de incrementar la economía productiva y las reformas estructurales, se queda en "Alicia en el país de las maravillas".

Denuncia además que la reforma fiscal está "muy mal planteada" porque el Gobierno "se ha pulido" gran margen de maniobra con medidas "estériles" y porque si no se recorta más el gasto ordinario de la administración y no se apuesta por la lucha contra el fraude, aumentar los ingresos puede ser como intentar llenar de agua un cesto.

Ridao no condiciona la negociación Presupuestaria a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía, porque cree que si ese fallo fuera adverso el problema institucional sería "de primer orden" y no afectaría sólo a ERC y a su relación con las instituciones estatales, sino al pueblo y a los gobiernos de toda Cataluña y toda España.