El Partido Popular está encausado en esta vista como responsable civil subsidiario. El letrado dedicó buena parte de su intervención en el trámite de cuestiones previas a demostrar la vinculación de las distintas acusaciones particulares con Izquierda Unida (IU), el PSOE y Podemos. De hecho, ha explicado los vínculos de varios de los abogados que las representan con esos partidos.

Para Santos, es importante “evitar que una sala de justicia se convierta en un circo mediático o un campo de batalla política”. El PP intentó hace unos meses que todas las acusaciones populares se subsumieran en una única representación letrada en este juicio, pero no lo logró.

Su objetivo era limitar el desgaste que supondrán los sucesivos interrogatorios de las distintas acusaciones a las que deberán responder los más altos exdirigentes del PP, entre ellos dos expresidentes de Gobierno: Mariano Rajoy y José María Aznar.

Según defendió, su participación en este juicio "lleva a resucitar una concepción trasnochada del orden penal, ocasionalmente convertido en un artificial y frívolo campo de batalla en el que una asociación se arroga la defensa de intereses que ni el fiscal ni el defensor institucional del patrimonio público consideran dañados".

Además, Santos ha pedido al tribunal que anule las declaraciones como testigo de cerca de 30 personas vinculadas al Partido Popular, entre ellas las de Aznar y Rajoy con el argumento de que esas citaciones sólo buscan “el circo mediático” y “el desgaste y el escarnio del adversario político”.