Medio ambiente
La luna llena estimula la actividad sexual en aves endémicas de Canarias
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La hubara canaria, una subespecie de la avutarda endémica en Canarias, aumenta su actividad reproductiva durante las noches de luna llena, según un estudio realizado por tres investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
Este trabajo se ha apoyado en el uso de emisores GPRS provistos de acelerómetros que registran ondas de aceleración del individuo marcado según los tres ejes del espacio, lo que permitió identificar y cuantificar por primera vez los movimientos y actividades de las hubaras canarias marcadas durante la noche, sin necesidad de observarlas.
El estudio, publicado en la revista 'Animal Behaviour', se prolongó durante cinco meses -tres en época de reproducción (enero a marzo de 2019) y dos en la estación no reproductiva (octubre y noviembre del mismo año) y se realizó sobre una muestra de 19 machos y 12 hembras.
La hubara canaria ('Chlamydotis undulata fuertaventurae') es un ave diurna que vive en zonas áridas de las islas más orientales del archipiélago (Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa) y su supervivencia está amenazada. Se sabía que estas aves eran especialmente activas durante el crepúsculo, pero gracias el nuevo estudio indica que esta especie incrementa su comportamiento reproductivo en las noches de luna llena.
La exhibición de los machos de hubara en la estación de apareamiento tiene dos componentes: uno visual (la carrera de exhibición en la que muestran su vistoso plumaje de celo) y otro acústico (un sonido de muy baja frecuencia apenas perceptible por el oído humano pero fácilmente audible para las hubaras a distancias de hasta un kilómetro).
"Hasta ahora se sabía que la exhibición vocal de los machos alcanza su máxima intensidad durante el amanecer y el anochecer. En este estudio hemos descubierto que los machos vocalizan también por la noche y hemos detectado que la frecuencia es máxima en noches de luna llena, cuando igualan los valores registrados durante el crepúsculo", explica Juan Carlos Alonso, investigador del MNCN y director del estudio.
Alonso añade que "los machos vocalizan de noche porque el sonido se transmite mejor debido a la menor intensidad de viento, la baja temperatura y la ausencia de cantos de otras aves que durante el día se mezclan con las vocalizaciones de las hubaras haciéndolas menos audibles".
Estos sonidos también informan a las hembras de la calidad del macho que las emite. "La investigación nos ha permitido comprobar que las series acústicas son más largas que las diurnas, lo que sugiere que contienen más información. Este dato nos hace pensar que la noche permite a estas aves perfeccionar la comunicación que intercambian durante el día", matiza Inmaculada Abril-Colón, investigadora del MNCN.
PLUMAJE NUPCIAL BLANCO
Más allá de la mejora comunicativa que ofrece la noche, el estudio apunta a que el hecho de que los machos aumenten su actividad durante la luna llena puede deberse a que la luz lunar les permite detectar el acercamiento de depredadores, lo que contrarresta su mayor vulnerabilidad mientras se exhiben y vocalizan.
Además, la iluminación lunar es suficiente para que el macho pueda exhibir su plumaje nupcial blanco frente a las hembras que se acercan a ellos, lo que facilita la cópula nocturna, algo que hasta ahora era desconocido en esta especie. Además, al aprovechar la noche, los machos aumentan el tiempo que tienen para exhibirse cada día e incrementan así sus posibilidades de atraer hembras.
El uso de emisores con acelerómetro permitió detectar carreras de exhibición nocturnas en dos ocasiones, ambas en noches de luna llena, y protagonizadas por dos de los machos sexualmente más activos, uno de los cuales llegó a realizar movimientos precopulatorios. La frecuencia de dichos movimientos fue seis veces mayor que al amanecer, momento del día en el que las hubaras alcanzan la máxima intensidad de celo.
"Esta notable frecuencia de comportamientos reproductivos nocturnos sugiere que las hubaras pueden aprovechar las noches de plenilunio para copular, beneficiándose de la ventaja que supone no ser molestadas por machos vecinos que de noche no alcanzan a ver esos apareamientos, mientras que a plena luz del día podrían interrumpir el cortejo", aclara Alonso.
Futuros estudios deberán determinar si este mismo comportamiento de exhibición nocturna, y en especial a la luz de la luna, se da también en otras aves que tradicionalmente han sido clasificadas como diurnas.
(SERVIMEDIA)
08 Feb 2021
MGR/gja