La Estación Espacial Internacional, preparada para descubrir los misterios del Universo

MADRID
SERVIMEDIA

Este jueves se ha completado la instalación del instrumento científico más grande y sofisticado de la Estación Espacial Internacional (ISS), el "espectrómetro magnético alfa", que recibirá el impacto de 10.000 rayos cósmicos por minuto para buscar respuestas a los secretos mejor guardados de la física de partículas. Según explica la Agencia Espacial Europea (ESA), los rayos cósmicos son partículas de alta energía que cruzan el espacio a velocidades próximas a la de la luz.

El espectrómetro magnético alfa ("AMS-02", en su acrónimo inglés) detectará y catalogará estas partículas para ayudar a comprender mejor la naturaleza fundamental de la materia.

Uno de los misterios que el "AMS-02" intentará resolver es de dónde proceden los rayos cósmicos. Según indica la ESA, la tremenda energía de estas partículas podría tener su origen en los enredados campos magnéticos de estrellas extintas, en el núcleo de galaxias activas e, incluso, en estructuras que los astrónomos todavía no son capaces de imaginar.

El "AMS-02" recogerá y medirá la energía de una gran cantidad de rayos, lo que podría ayudar a los físicos de partículas a encontrar respuestas a este enigma.

El espectrómetro magnético alfa es la culminación de un programa internacional que ya lanzó un primer prototipo del detector en el año 1998. El "AMS-01" demostró que todavía se podía aprender mucho de estas partículas de alta energía.

AL MENOS HASTA 2020

El "AMS-02" operará desde el extremo de estribor de la viga principal de la ISS hasta el año 2020, como mínimo. Parte de su misión consistirá en detectar partículas de antimateria en los rayos cósmicos.

También existe la remota posibilidad de que detecte partículas de anti-helio, que se habrían generado en el momento del "Big Bang".

(SERVIMEDIA)
19 Mayo 2011
LLM/gja