Según informó este sábado la Policía Nacional, la investigación se inició el pasado mes de septiembre, cuando se detectó la existencia de un grupo organizado dedicado al transporte de sustancias estupefacientes desde Melilla a la península, bien directamente con embarcaciones de alta velocidad o a través del método de “salto” o transbordo en alta mar entre embarcaciones.

Utilizaban embarcaciones recreativas, que adquiría el líder de la organización en Marruecos, para el transporte de la droga hasta la península. Una vez alijada la droga en alguna playa cercana al cabo de Tres Forcas (Marruecos), otros miembros de la red la llevaban hasta las costas andaluzas.

Paralelamente, el grupo desarticulado también se dedicaba al transporte de migrantes a la península, lo que les reportaba un alto beneficio económico, ya que les cobraban 2.000 euros a cada uno de ellos por subirse a la embarcación y hacer la travesía.

Tras la captación de los migrantes y previo pago realizado, la organización establecía un complejo dispositivo de seguridad con el objetivo de controlar todos los movimientos de las diferentes unidades de la Guardia Civil, las patrullas fiscales y de seguridad ciudadana, e incluso las salidas del helicóptero de la Benemérita.

Los líderes de organización, de nacionalidad española y marroquí, residían en la ciudad de Melilla, supervisaban minuciosamente todos los movimientos de los miembros de la red, controlando todas las fases de compra de la droga, la captación de los migrantes así como el posterior traslado de la droga y de las personas.

Durante el desarrollo de la operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Melilla, se han practicado tres registros domiciliarios en los que se han incautado 335 kilos de hachís, y se han intervenido 3 embarcaciones deportivas, 17 vehículos, así como 7 teléfonos móviles, diverso material electrónico de última generación y numerosa documentación de interés.