En su nota, Feafes pidió que la inmunización abarque tanto a las personas que viven en sus hogares, pisos tutelados, centros ocupacionales, de día o centros sociales, como a las que se encuentren en centros sanitarios.

“Pese a que las patologías que nos afectan han sido incluidas como factores de riesgo en la guía de profesionales del Programa de vacunación, nuestro colectivo ha sido objeto de una orden de 'no priorización' para la siguiente fase, sin ninguna justificación, según la última actualización del plan de vacunación de la Junta de Andalucía", criticó la Federación.

En este sentido, citó un reciente comunicado de la Asociación española de Neuropsiquiatría, que considera que las personas con un diagnóstico de trastorno mental grave “acumulan vulneraciones a múltiples niveles: sociales, clínicas y epidemiológicas”.

Según dicha sociedad, estas personas constituyen “un grupo de población que presenta peor esperanza de vida debido a distintos factores, como los efectos secundarios de los tratamientos crónicos o las múltiples barreras para el acceso a la información y la atención, y que además cuenta con una gran vulnerabilidad epidemiológica”.

Por todo ello, el presidente de Feafes Andalucía Salud Mental, Manuel Movilla, solicitó “una respuesta en breve por parte de la Consejería”, para que “atienda a nuestra solicitud y las personas con problemas de salud mental entren en la estrategia de vacunación del SAS (Servicio Andaluz de Salud) como un grupo prioritario de riesgo”.