En su opinión, desbloquear el tránsito de migrantes llegados a Canarias hacia el resto del territorio nacional y hacia otros países europeos ayudaría a combatir “los brotes de xenofobia que han aparecido en algunos sectores sociales”.

Además, Cáritas denunció “el desamparo” de los menores que dejan los centros de acogida en cuanto cumplen la mayoría de edad y de los migrantes actualmente alojados en hoteles y apartamentos cuando salen de estos establecimientos temporales. “Se ven en la calle, sin hogar ni trabajo, sin recursos ni acceso a la atención sanitaria”, apuntó Cáritas.

A su juicio, resulta “preocupante que la mayoría de las personas migrantes manifieste no haber recibido información en un idioma que comprenda, ni orientación, ni asesoramiento sobre su situación administrativa en España”.

Por todo ello, Cáritas pidió a las administraciones –nacionales, autonómicas y locales- recursos suficientes para atender a estas personas. En Canarias, exigió también planes específicos contra el racismo, la xenofobia y el discurso de odio.

En ese sentido, pidió al Ejecutivo nacional reanudar los traslados a la península, un mejor sistema de acogida que ofrezca acompañamiento integral y aumentar los fondos para la cooperación al desarrollo en los países de origen.