Rodríguez presentó en este foro informativo, celebrado de forma telemática con la organización de Nueva Economía Fórum, un nuevo informe titulado 'Darle la vuelta al sistema: Un 4,8% del PIB para entrar en números verdes', elaborado por la consultora Abay Analistas para Greenpeace.

El informe indica que invertir 197.000 millones de euros (el 53,7% procedente del sector público y un 46,3%, de origen privado) en los próximos cuatro años permitiría poner en marcha un paquete de 117 medidas para transformar España en clave "verde y justa".

Estas medidas facilitarían el mantenimiento o la creación de empleo y la protección social, e impulsarían la lucha contra la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad. Se agrupan en nueve áreas: construcción e infraestructuras; transporte y movilidad; transición justa hacia la descarbonización; sector energético y mercado eléctrico; agricultura, ganadería, pesca y recursos forestales; suelo y territorio; fiscalidad, innovación e inversión pública; calidad democrática, y agenda exterior.

No todas las medidas propuestas necesitarían financiación, sino un 34,1% de ellas, pues también hay cambios normativos y regulatorios (43,2%) y alineamiento de las políticas públicas con objetivos energéticos y ambientales para lograr una transformación verde y justa de la economía (22,7%). El informe hace un especial hincapié en el papel de la mujer como valor para el cambio.

Rodríguez indicó que la “coyuntura dolorosa” de la pandemia del coronavirus obliga a “replantear” el modelo económico y la relación con la naturaleza. “La transición ecológica va a ser parte de la solución, es el futuro”, comentó.

MAYORES INVERSIONES

Las mayores inversiones se destinan a la transformación del sistema energético hacia uno 100% renovable, eficiente, justo e inclusivo (53.560 millones de euros, en su mayoría de procedencia privada), y a vivienda y su rehabilitación energética, con medidas dirigidas sobre todo a la población más vulnerable (52.592 millones de euros, principalmente de origen público). Ambas sumarían el 58% del total de las inversiones.

“El sector eléctrico es el más avanzado para el cambio y va a ser el que abandere esa transición más repartida, inclusiva y participativa, que no quede en manos de grandes sectores económicos”, apuntó Rodríguez.

El conjunto de medidas destinadas al medio rural, a proteger y reconocer la conservación de la biodiversidad, y a favorecer la agricultura ecológica y el comercio ecológico, local y de proximidad, entre otras, sumarían 23.000 millones.

Las propuestas con un carácter social más marcado, como transición justa (que incluye incentivos al empleo y a la transformación de la industria con especial atención al empleo de las mujeres), y las de agenda exterior (destinadas a apoyar un orden global más verde y resiliente) supondrían en conjunto 15.614 millones. El conjunto de medidas relacionadas con la Investigación y desarrollo centrada en la reconstrucción verde sumarían una inversión de 22.776 millones.

Por otro lado, Rodríguez comentó que muchas de esas medidas están recogidas en “muchos planes” y asignadas a “distintas partidas”, tanto estatales como comunitarios, si bien la diferencia está en “la ambición y el calendario”, puesto que Greenpeace apuesta por acelerar la transición ecológica.

SIN “ERRORES DEL PASADO”

La directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, participó en el coloquio a través de un vídeo, en el que apuntó que la propuesta de Greenpeace España es “un ejemplo” para afrontar preventivamente la crisis climática con “beneficios para el planeta, las personas y la economía”.

“Si queremos una recuperación real que funcione para todos, no podemos cometer los mismos errores del pasado. Necesitamos trazar un camino claro para eliminar gradualmente el uso existente de carbón, petróleo y gas, y detener de inmediato las nuevas infraestructuras nocivas de combustibles fósiles, como los oleoductos”, comentó.

Por su parte, la directora de Abay Analistas, Maribel Martínez, indicó que la propuesta de Greenpeace tiene "un claro elemento de oportunidad porque existe un acuerdo creciente entre analistas y organismos económicos internacionales sobre la necesidad de abordar de forma conjunta la crisis ecológica, la crisis económica y la crisis social".

Martínez subrayó que ello es porque la pandemia ha florecido la interdependencia entre crisis sanitaria, economía y social, con lo que conviene tener en cuenta el riesgo asociado a la pérdida de biodiversidad, antes ignorado en distintos análisis. Y porque el coronavirus ha puesto sobre la mesa planes de recuperación y nuevos marcos normativos que favorezcan la transición ecológica de la economía.