Las dos entidades ofrecieron este jueves una rueda de prensa conjunta para informar sobre la situación de la isla 15 meses después del seísmo y de la posterior epidemia de cólera.

En el encuentro, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, explicó que la escuela es para los niños haitianos un lugar "seguro" contra las agresiones y el desamparo, además de una "garantía" para su correcta alimentación.

Junto a la construcción de escuelas "antisísmicas" y duraderas, la Aecid y Unicef, con el apoyo de otras entidades y ONG locales han conseguido también reunir con sus familias a un total de 1.400 niños desamparados y solos después de la catástrofe.

Testigo del reencuentro de alguno de estos pequeños ha sido Ana Duato, embajadora de Unicef España, quien ha viajado dos veces a la zona tras el terremoto y ha vuelto, según dijo en la rueda de prensa, "orgullosa" del trabajo que allí se está realizando, ya que con él se ha conseguido devolver a Puerto Príncipe la normalidad y cotidianidad existente antes de la catástrofe.

Duato, como Rodríguez y Consuelo Crespo, presidenta de Unicef España, agradecieron de nuevo el esfuerzo y la solidaridad de la sociedad española, que, recordaron, se volcó con la causa donando 10 millones de euros para la reconstrucción del país.

Con este dinero, unido al del Gobierno central y comunidaes autónomas, la ONG ha podido vacunar contra seis enfermedades a 2 millones de niños, llevar agua potable a más de 680.000 personas, construir 800.000 letrinas y colocar mosquiteras para evitar la malaria en 163.000 hogares, entre otras acciones.

Ahora, explicó Rodríguez, España está a punto de concluir la construcción de una planta de depuración de residuos que confía en poder inaugurar en dos o tres meses.

Para retomar las obras de construcción de esta planta y poner sobre la mesa otros asuntos "prioritarios", la secretaria de Estado de Cooperación Internacional se reunirá este viernes con el nuevo presidente del país, Michel Martelly, en quien España tiene depositada su esperanza para continuar con el proceso de reconstrucción de la isla.

Con este panorama, la Aecid y Unicef siguen encontrando en Haití escenas e imágenes de desesperanza, pero también muchas otras para la esperanza, porque ven los logros de su trabajo y la capacidad de lucha y superación de sus gentes, que confían en el nuevo presidente para continuar saliendo adelante.