Según informó este miércoles la Policía, como responsables de esta trama de tráfico de personas se ha detenido a siete personas, entre ellas la cabecilla de la red. También se han realizado entradas y registros en los municipios de Mahón y Es Castell.

En la operación han sido liberadas cuatro mujeres, dos de ellas menores de edad. Una de las víctimas intentó suicidarse al ser obligada a prostituirse bajo amenazas de devolverla a su país si no lo hacía.

Al mismo tiempo, miembros de la banda asentados en Guinea llegaban a someter a vejaciones e, incluso, a azotar a familiares e hijos de las mujeres que estaban siendo prostituidas en Menorca para obligarlas a seguir aceptando esta explotación.

LES EXIGÍAN 60.000 EUROS

La Policía indicó que banda exigía a cada una de las mujeres traídas a España el pago de 60.000 euros por haber llegado a Europa, dinero que se les iba descontando de lo que ganaban con el ejercicio de la prostitución. Los arrestados podían incrementar la cantidad que reclamaban a las víctimas si estimaban que incurrían en mal comportamiento o desobediencia

La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de esta red criminal, que captaba en Guinea Ecuatorial a mujeres, en su mayoría menores de edad, que se encontraban en una situación económica muy precaria y eran generalmente huérfanas.

Una de las víctimas llegó a España siendo menor de edad con documentación falsa, siendo explotada durante más de 12 años, en los cuales se calcula que podría haber pagado a la banda una cuantía superior a los 100.000 euros.