Ciencia
La luna llena varía los hábitos de sueño
- La gente se acuesta más tarde y duerme menos en noches previas, según un estudio
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Los seres humanos han culpado durante siglos a la Luna del estado de ánimo, accidentes e incluso desastres naturales, y una nueva investigación demuestra que influye en el sueño porque antes de la fase de luna llena la gente se acuesta más tarde y duerme menos.
Así lo explican científicos de las universidades de Washington y Yale (Estados Unidos), y Nacional de Quilmes (Argentina), en un estudio publicado en la revista 'Science Advances'.
Los autores indican que los ciclos de sueño en las personas oscilan durante el ciclo lunar de 29,5 días, pues en los días previos a la luna llena se van a dormir más tarde por la noche y lo hacen por periodos de tiempo más cortos.
El equipo de investigación, dirigido por Horacio de la Iglesia, profesor de Biología de la Universidad de Washington, observó estas variaciones tanto en el momento del inicio del sueño como en la duración del sueño en entornos urbanos y rurales, desde las comunidades indígenas en el norte de Argentina hasta los estudiantes universitarios en Seattle, ciudad estadounidense con más de 750.000 habitantes.
Los investigadores comprobaron esas oscilaciones del sueño independientemente del acceso de una persona a la electricidad, aunque las variaciones son menos pronunciadas en las personas que viven en entornos urbanos.
Esa ubicuidad del patrón de sueño puede indicar que los ritmos circadianos naturales están de alguna manera sincronizados con las fases del ciclo lunar o incorporados a ellas.
"Vemos una clara modulación lunar del sueño, con disminución del sueño y un inicio tardío del sueño en los días previos a la luna llena", apunta De la Iglesia, que añade: "Aunque el efecto es más robusto en las comunidades sin acceso a la electricidad, el efecto está presente en las comunidades con electricidad, incluidos los estudiantes universitarios de la Universidad de Washington".
MONITORES EN LAS MUÑECAS
A través de monitores en las muñecas, los investigadores rastrearon los patrones de sueño en 98 personas que viven en tres comunidades indígenas 'Toba-Qom' en la provincia argentina de Formosa que diferían en su acceso a la electricidad durante el periodo de estudio: una comunidad rural no tenía acceso a la electricidad; una segunda población rural sólo tenía acceso limitado a la electricidad, como una sola fuente de luz artificial en las viviendas; mientras que una tercera comunidad estaba ubicada en un entorno urbano y tenía pleno acceso a la electricidad. Para casi las tres cuartas partes de los participantes, los investigadores recopilaron datos del sueño durante uno o dos ciclos lunares completos.
Estudios anteriores del equipo de De la Iglesia y otros grupos de investigación han demostrado que el acceso a la electricidad afecta el sueño, lo que los investigadores también vieron en su estudio: la comunidad urbana de 'Toba-Qoom' se fue a la cama más tarde y durmió menos que los participantes rurales con limitaciones o ningún acceso a la electricidad.
Pero los participantes del estudio en las tres comunidades también mostraron las mismas oscilaciones del sueño a medida que la luna avanzaba en su ciclo de 29,5 días. Dependiendo de la comunidad, la cantidad total de sueño varió a lo largo del ciclo lunar en un promedio de 46 a 58 minutos y la hora de dormir oscilaba en alrededor de 30 minutos. En las tres comunidades, en promedio, las personas tenían las últimas horas de acostarse y la menor cantidad de sueño en las noches de tres a cinco días previos a la luna llena.
Cuando descubrieron este patrón entre los participantes de 'Toba-Qom', el equipo analizó los datos del monitor de sueño de 464 estudiantes universitarios del área de Seattle que se habían recopilado para un estudio separado y hallaron las mismas oscilaciones.
El equipo confirmó que las tardes previas a la luna llena, cuando los participantes durmieron menos y se acostaron a última hora, tienen más luz natural disponible después del anochecer: la luna creciente es cada vez más brillante a medida que avanza hacia una luna llena, y, generalmente, se levanta al final de la tarde o temprano en la noche, para situarse alta en el cielo durante la noche después del atardecer. La última mitad de la fase de luna llena y las lunas menguantes también emiten una luz significativa, pero en medio de la noche, ya que la luna sale muy tarde en esos puntos del ciclo lunar.
"Los patrones que observamos son una adaptación innata que permitió a nuestros antepasados aprovechar esta fuente natural de luz vespertina que se produjo en un momento específico durante el ciclo lunar", explica Leandro Casiraghi, investigador postdoctoral en el Departamento de Biología de la Universidad de Washington.
MENOS ‘RUIDO’ EN EL ESTUDIO
Que la luna afecte al sueño es un tema controvertido entre los científicos. Algunos estudios insinúan efectos lunares y son contradichos por otros. De la Iglesia y Casiraghi creen que este nuevo trabajo muestra un patrón claro en parte porque el equipo empleó monitores de muñeca para recopilar datos del sueño, a diferencia de los diarios de sueño u otros métodos informados por los usuarios.
Más importante aún, rastrearon a las personas a lo largo de los ciclos lunares, lo que ayudó a filtrar parte del 'ruido' en los datos causado por variaciones individuales en los patrones de sueño y diferencias importantes en los patrones de sueño entre personas con y sin acceso a la electricidad.
Estos efectos lunares también pueden explicar por qué el acceso a la electricidad provoca cambios tan pronunciados en los patrones de sueño, agregó De la Iglesia. "En general, la luz artificial interrumpe nuestros relojes circadianos innatos de formas específicas: nos hace ir a dormir más tarde en la noche; nos hace dormir menos. Pero, generalmente, no usamos luz artificial para 'adelantar' la mañana, al menos no voluntariamente. Esos son los mismos patrones que observamos aquí con las fases de la luna", apunta.
Casiraghi concluye al respecto: "En ciertas épocas del mes, la luna es una fuente importante de luz por la noche, y eso habría sido claramente evidente para nuestros antepasados hace miles de años".
(SERVIMEDIA)
31 Ene 2021
MGR/clc