A partir de esta fecha, deberán informar a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) del porcentaje de carburante "bio" que introducen en sus mezclas. Según datos del regulador, cerca de 65 compañías estarán obligadas a remitir esta información mensualmente, a través de un sistema informático creado a tal efecto. Hasta el momento, se han dado de alta en el sistema de certificación un total de 91 sociedades (es decir, más de las que están obligadas).

La normativa española fija que, para este año, el porcentaje de biocombustible en los carburantes tiene que llegar al 3,4% (como mínimo un 2,5% de biodiésel y otro tanto de bioetanol, los biocarburantes que se mezclan con el gasóleo y con la gasolina, respectivamente).

Por cada tonelada de biocarburante, las compañías recibirán un certificado de la CNE, siempre que este se haya obtenido por procedimientos sostenibles. Por contra, por cada tonelada "bio" que las compañías dejen de poner en el mercado, tendrán que pagar una penalización de 350 euros. Si el incumplimiento sobrepasa el 70%, se impondrá una sanción de mayor calado.

Sin embargo, esta posibilidad no parece, de momento, muy probable. De hecho, portavoces de las principales petroleras consultadas por Servimedia constataron que, desde hace tiempo, ya cumplen con los objetivos mínimos de biocarburantes que marca la ley.

Fuentes de Repsol (que cuenta con una cuota de mercado del 40%) señalaron que ya está "todo listo" y que se han puesto "todos los recursos para adaptarnos a la legislación vigente". Además, incidieron en que la compañía comercializa biocombustibles desde el año 2000.

Las mezclas de Cepsa (17% de cuota de mercado), por su parte, están por encima de los requisitos mínimos fijados por la normativa, desde que comenzó 2009. Fuentes de la petrolera señalaron que desde hace meses se supera el citado 3,4%. Este grupo "ha invertido desde hace tiempo en refinerías de biocarburante, sobre todo en biodiésel".

Por su parte, BP (7% de cuota) también está preparada para cumplir con estos porcentajes "desde hace ya bastante", por lo que "no supondrá ningún problema" para la compañía la puesta en funcionamiento del sistema de certificación.

ENCARECIMIENTO

Desde la patronal, AOP, su portavoz, Álvaro Mazarrasa, dejó clara, en declaraciones a Servimedia, la voluntad de las compañías del sector por cumplir con la normativa vigente. Pero criticó que "el Gobierno haya implantado un sistema tan complejo y con tantas repercusiones económicas sin que haya un período de prueba".

Una situación que, a su juicio, deja "indefensas" a las empresas y crea "inseguridad jurídica". Desde su punto de vista, éstas corren el riesgo de hacer algo de forma indebida, por "falta de rodaje". "Las reglas se van a fijar en el segundo tiempo del partido", comentó el portavoz de la AOP.

A la patronal también le hubiera gustado mayor flexibilidad a la hora de optar por el biodiésel o el bioetanol, dado que el mercado español está totalmente orientado al diésel. Precisamente atribuyó a esta rigidez el posible encarecimiento de precios finales que se producirá, de la mano de los biocombustibles.

"El consumidor será el gran perjudicado" como consecuencia de "las ineficacias que se producirán en el sistema logístico con la introducción del bioetanol. Habrá que crear una nueva logística para este biocarburante, y esa ineficacia habrá que pagarla entre todos", dijo.

En concreto, Mazarrasa cifró en más de 4,5 céntimos de euro por litro el encarecimiento que implicará la introducción del 2,5% de bioetanol en las mezclas.