Fontilles denuncia la indiferencia de los países desarrollados hacia las enfermedades ligadas a la pobreza

MADRID
SERVIMEDIA

La Asociación Fontilles, miembro de la Federación Internacional de lucha contra la Lepra (ILEP) y de las coordinadoras de ONGD Estatal y de la Comunidad Valenciana, ha puesto en marcha una campaña para ayudar a las personas que sufren diversos tipos de patologías ligadas a la pobreza a través de asistencia sanitaria y proyectos de desarrollo sostenible.

Así, la asociación amplía su trabajo en diferentes países de Asía, África y América Latina que no disponen de los recursos necesarios para enfrentarlas.

Al mismo tiempo pretende concienciar a la sociedad acerca de la importancia y la gravedad de estas dolencias, muchas veces “ignoradas” por los países desarrollados.

Fontilles tiene como objetivo prioritario ampliar su ámbito de actuación a otro tipo de enfermedades ligadas a la pobreza, además de la lepra, mediante proyectos de colaboración en poblaciones pobres. “La erradicación de estas enfermedades sólo será posible si se supera esa situación de pobreza y se procura el desarrollo sostenible como forma de prevención”, señalan desde la asociación.

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 1.000 millones el número de personas en el mundo afectadas por enfermedades ligadas a la pobreza y que no disponen de tratamiento por ser caro, ineficaz o inexistente. Precisamente porque los afectados son pobres, no se investiga y no se desarrollan nuevos medicamentos.

Estas enfermedades no causan emergencias epidemiológicas y no son percibidas como un problema de salud pública, pese a tener un efecto devastador, causando la mortalidad o discapacidad permanente a millones de personas. Los principales afectados son fundamentalmente mujeres, niños y minorías étnicas y tienden a perpetuar el círculo enfermedad-pobreza.

Para romperlo, es necesario contar con personal sanitario formado en estas patologías y mejorar el acceso a los servicios de salud de las poblaciones afectadas.

Estas enfermedades tienen, además, un fuerte componente social, causando marginación y rechazo, por lo que es necesario trabajar en la sensibilización de las comunidades afectadas, según la asociación.

Fontilles empezó su actividad hace más de un siglo para atender a los enfermos de lepra y lo sigue haciendo en España, en el Sanatorio de San Francisco de Borja, y allí donde aún es necesario. Esta enfermedad, causada por un bacilo y que se transmite por vía aérea, está presente en más de 100 países y cada año se detectan más de 200.000 nuevos casos. Fuera de España, Fontilles lucha contra la lepra en países de Asía (China, India, Nepal); África (Senegal, Etiopía, Ruanda y República Democrática del Congo) y América Latina (Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Haití).

Asimismo, en los últimos años ha dedicado sus esfuerzos para llegar a personas que padecen otras enfermedades vinculadas a la pobreza, como el mal de chagas y la malaria.

Así, la asociación centra su ayuda en países de América Latina, donde está presente el mal de chagas, transmitido a los humanos por un insecto denominado Vichuca que vive en las paredes, techos de chozas y viviendas de adobe. Esta enfermedad mata cerca de 50 mil personas todos los años y afecta a 17 países de la región.

También la malaria, transmitida por la hembra del mosquito Anopheles y que, a pesar de que se puede prevenir y tiene tratamiento, registra alrededor de 250 millones de casos al año, sobre todo en África subsahariana, muchos de los cuales llegan a ser mortales por falta de la debida atención.

Otra de las dolencias que afecta a los más desfavorecidos y contra la que también está luchando Fontilles es la leishmaniasis. Se trata de una enfermedad causada por 20 diferentes especies del protozoo leishmania, transmitido por la picadura del mosquito del género Phlebotomus. Afecta a 88 países y la OMS estima que 350 millones de personas están en riesgo de contagio y 12 millones están actualmente infectadas. Fontilles lucha contra esta enfermedad en Honduras y Nicaragua con sendos proyectos de colaboración.

Por último, la úlcera de Buruli, está causada por un germen y evoluciona en grandes úlceras destructivas que van aumentando de tamaño. Se calcula que afecta a más de 30 países de África, América Latina, Asia, el Pacífico Occidental y Australia. Para luchar contra ella, Fontilles participa activamente en proyectos en Ghana y República Democrática del Congo.

(SERVIMEDIA)
26 Abr 2011
r/gja